Siete edificios municipales de Burgos estrenarán placas solares este 2022

El proyecto tiene un coste de 204.850 euros y el contrato, recién adjudicado pero que tendrá que firmarse este mes, es por cuatro años. La empresa dispone de tres meses para hacer las instalaciones y, además, se encargará de la gestión y el mantenimiento durante los próximos cuatro años. Se trata de una apuesta «por la energía renovable y el autoconsumo» en los edificios municipales.

Así lo indica Adolfo Díez, el concejal de Ingeniería Industrial, que apunta que el proyecto se lanzó con anterioridad a la actual crisis energética, pero es una de las claves de la administración para luchar contra la gran dependencia energética que sufrimos. De hecho, los nuevos edificios tienen en cuenta criterios de eficiencia y también las remodelaciones que se realizan.

Como ejemplo, la concejala de Servicios Sociales y delegada de Patrimonio, Sonia Rodríguez, habla de la escuela infantil Río Vena, cuyo consumo energético va a ser prácticamente cero. Las obras en las cubiertas de los cívicos de San Juan y San Agustín también han buscado mejorar los aislamiento, y la tercera fase de Río Vena apuesta por una envolvente térmica y mejorar el sistema de calefacción.

Todo ello pretende que los edificios municipales sean más eficientes, que ofrezcan confortabilidad a los usuarios pero sin costes excesivos, pues ahora las facturas de luz y gas son elevadas, sobre todo en dependencias como los cívicos. Y eso que se puede decir que el Ayuntamiento tiene «blindados» los contratos de luz y gas, por lo que no les afectan las subidas de los precios.

De ahí que Díez explique que el plan de ahorro energético en el que trabaja el Ayuntamiento sea más un compromiso social, dar ejemplo, como dijo la semana pasada el alcalde, que una medida económica. De entrada, los edificios municipales ya cumplen con el decreto del Gobierno central, tras haber ajustado los termostatos a 27º en verano y 19º en invierno.

Es la única medida que afecta al Ayuntamiento, junto con el sistema de doble puerta en los accesos, que ya se cumplían con anterioridad, apunta el concejal. Ahora, lo que se está analizando es implementar medidas a mayores, que afectarían a los edificios oficiales, de Cultura, Deportes y Servicios Sociales, aunque el plan se concretará a lo largo de los próximos días.

Adolfo Díez recuerda que los centros educativo, competencia municipal, quedan fuera de las restricciones térmicas. También las escuelas infantiles, apunta Sonia Rodríguez, pues se garantiza una temperatura confortable para los niños, lo mismo que para los mayores de las aulas María Zambrano y de los centros de mayores. En los Cívicos, sin embargo, todavía cabe alguna medida extra.

El ahorro energético llega también con la renovación del alumbrado público, para que sea eficiente. Eso sí, habrá que esperar. El contrato para el cambio de 20.000 luminarias se ha bloqueado tras el recurso presentado por una asociación del sector de las instalaciones eléctricas, y ahora tiene que modificarse el proyecto para que abarque tanto mantenimiento como instalación.

Una vez aprobada dicha modificación, se podrá volver a sacar a concurso y adjudicar, pero Adolfo Díez no aventura si los trámites estarán concluidos este año o habrá que esperar al próximo. Todo depende de la carga de trabajo del Ayuntamiento, que tiene innumerables proyectos en marchas, y todos con la vista puesta en el 31 de diciembre.

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