El concejal no adscrito Raúl Salinero tenía la intención en la pasada sesión plenaria de presentar tres ruegos al Equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Burgos. El que fuera edil de Imagina Burgos leyó el primero, pero cuando inició la segunda petición el alcalde, Javier ... Lacalle, le quitó el turno de palabra y se le concedió a Antea Izquierdo. «Usted no puede se puede comparar con un grupo municipal y no puede tener tres ruegos cuando un grupo pequeño tiene un máximo de tres», explicó el regidor para defender su postura.
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¿Cuántos ruegos puede tener un concejal no adscrito?, se preguntó el socialista Daniel de la Rosa mientras Lacalle y Salinero comenzaban la agria discusión que acabó con la expulsión del corporativo vinculado a Podemos. El primer edil solo le dejó hablar una vez, pero ¿qué dice la norma? Realmente no lo deja claro, porque no lo cita.
El Consistorio capitalino se rige por el Reglamento Orgánico y de Funcionamiento del Ayuntamiento de Burgos publicado el 12 de noviembre de 2012 en el Boletín Oficial de la Provincia. En este texto, aparecen los puntos que deben de seguir los Plenos, pero no dice nada al respeto del número de ruegos que puede pronunciar un edil que no forma parte de ningún grupo. El articulo 44 indica únicamente que no se podrán realizar «más de cinco ruegos por cada grupo integrado por más de cinco concejales y un máximo de tres para cada uno de los demás grupos».
Por tanto, parece un asunto que no está regulado. Raro parece porque no es la primera vez que pasa. En marzo de 2017 tuvo lugar un suceso parecido, aunque el protagonista en aquella ocasión fue el exconcejal del Partido Popular Fernando Gómez. El que fuera presidente del Instituto Municipal de Cultura y Turismo (IMCyT) anunció a la prensa que iba a realizar tres ruegos relacionados con la ampliación del Museo de Burgos, el control del aparcamiento en la -por entonces- avenida de Eladio Perlado y los incrementos en tributos, multas y plusvalías.
Ya en el salón noble del Ayuntamiento, Gómez leyó los dos primeros ruegos sin ser interrumpido. En cambio, cuando fue a comenzar el tercero, Lacalle recordó que en el reglamento venía limitado el número de peticiones a los grupos pequeños y le indicó que el no lo era. No obstante, tras no oponerse el resto del Pleno -y así lo agradeció el edil que tenía la palabra- , el alcalde fue más flexible que con Salinero y le permitió reclamar por tercera vez.
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