Podemos acusa de «indisciplina pública» a Arroyo, que se enfrenta a consecuencias políticas

En la Junta General de la Sociedad de Aguas de Burgos, celebrada esta mañana, se ha aprobado con los votos de PSOE, Cs y el de Margarita Arroyo el cese de Ana González como consejera vecina, que será sustituida por Luis Oviedo, a decisión de la propia Arroyo. Una decisión «unilateral», que ha sido rechazada por Podemos, cuyo Consejo de Coordinación acordó el miércoles que el grupo municipal debía votar en contra del cese, explican en una nota de prensa.

Sin embargo, Arroyo ha roto la disciplina de voto. La concejal, según la formación, «ha desobedecido», al contrario que Israel Hernando, que ha votado en contra. Es un hecho «gravísimo» para Podemos, pues Arroyo ha apoyado «expulsar a una compañera de la formación morada», explican, «para colocar a una persona ajena al partido», a la que Podemos no reconocerá ni le autoriza a hablar en nombre del grupo municipal, advierten.

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«Podemos no va a consentir que una concejala pueda desoír las instrucciones de lo colectivo y democrático y rompa con la disciplina de voto de su partido», explica la dirección local de la formación morada. Para ellos, la rotura de la disciplina de voto supone una falta de respeto al consejo de coordinación local y a todos los militantes. De ahí la convocatoria de una reunión urgente, para estudiar las consecuencias políticas y disciplinarias provocadas por la rotura de la disciplina de voto de Podemos por Margarita Arroyo.

Por su parte, Arroyo ha explicado en el pleno que la decisión tomada se sustenta en el principo de responsabilidad. Se busca lo mejor para Aguas de Burgos, para la ciudad y siempre en representanción de los votantes, y militantes, que la han puesto como concejal y ahora también como portavoz del grupo municipal. «Seguiré tomando las decisiones que haga falta, independientemente de los chaparrones que me caigan», ha afirmado.