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Nunca llueve a gusto de todos y cuando se toma una decisión sin contar con los demás mucho menos. Tras el anuncio del alcalde, Javier Lacalle, de peatonalización parcial de la plaza Hortelanos el día 1 de noviembre, las reacciones no se hicieron esperar. Mientras ... los políticos le criticaron por no contar con la opinión de la oposición, los concesionarios del Mercado Norte, mediante nota de prensa, lo hicieron principalmente por acometerlas en periodo pre-navideño. No obstante, también hay opiniones a favor de un proyecto que acondicionará un «lugar olvidado durante años», aseguran los comerciantes más próximos.
Tal como ha apuntado el Ayuntamiento en un comunicado, la intervención consta de dos fases. La primera afectará a la «parte más problemática», en el embudo de las dos áreas que componen Hortelanos. La segunda se centrará en la zona próxima a San Lesmes. Las obras arrancarán, de manera efectiva el martes, para la primera fase, que se desarrollará durante las próximas tres semanas. Se hará un parón para Navidad y, tras las fiestas, se iniciará la segunda fase.
Desde hoy se ha impedido el paso de vehículos particulares a través de la calle San Lesmes. Los operarios han colocado balizas que han impedido el paso y una señal que anuncia que la calle está cortada por obras. Otros trabajadores han estado descargando material para que mañana se comience a trabajar desde las ocho de la mañana.
Además, será este martes cuando la grúa municipal retirará todos los vehículos que se encuentren en la zona de influencia de las señales que se han colocado en el área. En la salida y la entrada desde la Avenida del Cid se suprime una línea de aparcamiento en el inicio de la calle, para posibilitar una vía de doble dirección. En la zona de San Lesmes, se limita el aparcamiento en los dos lados para hacer viables ambas direccciones.
Es precisamente por estas fechas por lo que los concesionarios del Mercado Norte han criticado esta decisión, ya que les afectará de manera directa en los constantes ejercicios de carga y descarga en plenas navidades. También afectará a los clientes, ya que el espacio de estacionamiento se reducirá sustancialmente. Los concesionarios condenaban esta decisión el mismo día que el alcalde la anunciaba y mediante un comunicado calificaron el proyecto de «inoportuno» y explicaban «que nada tiene que ver con la futura remodelación del mercado» y que llega en las fechas «más inapropiadas».
Días más tarde, el PSOE, a través de su portavoz en el Ayuntamiento, Daniel de la Rosa, también criticaba duramente este proyecto porque demostraría que «Lacalle no cree en la obra del nuevo Mercado Norte. Es evidente». Para los socialistas, estas obras chocan con los avances del objetivo de construir un nuevo Mercado Norte y la reurbanización integral de su entorno.
También ha condenado esta decisión Raúl Salinero. El concejal no adscrito asegura que la obra es «una excusa para salir del atolladero de la calle Santander», que ni siquiera cuenta con informe técnico favorable. Es más, los técnicos lo desaconsejan, afirma Salinero, quien no entiende ni la urgencia ni la necesidad de acometer los trabajos ahora.
Asimismo, el edil recuerda que los 80.000 euros que costará la intervención bien podrían destinarse a la señalización de ciclocalles y ciclocarriles. Con esa cantidad se podrían acometer el 60% de las propuestas realizadas por asociaciones como Burgos con Bici para mejorar la movilidad en la ciudad.
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