Una ordenanza municipal regulará el uso y disfrute de las zonas verdes de Burgos

La ordenanza incluye la creación de unas zonas de reserva, seleccionadas por su alta importancia ecológica, que estarán debidamente señalizadas y se dejarán crecer a su evolución natural, ha explicado el concejal de Medio Ambiente, Josué Temiño. También se regulará el uso de fuego en las zonas verdes, en concreto, en las barbacoas habilitadas a tal efecto, asimilando todas las instalaciones a zona rústica, de modo que se aplique la normativa regional como ya se hace en Fuentes Blancas.

Una definición de las características comunes que tendrán que tener las zonas verdes de las nuevas urbanizaciones, la ubicación del arbolado en calles y zonas peatonales en lo referido a una distancia mínima con los edificios o cómo se deben acometer obras que afectan a espacios verdes (apertura de zanjas, protección de ejemplares, reposición...) son otras de las cuestiones que regula la ordenanza, en la que se recogen los diferentes tipos de infracciones (leves, graves y muy graves) y sus correspondientes sanciones.

Como infracciones leves, con una multa de hasta 750 euros, se incluyen las siguientes: Arrancar flores y plantas de las zonas ajardinadas; Caminar e introducirse en las zonas verdes acotadas al paso; Practicar juegos y deportes en lugares y formas inadecuadas; Realizar actividades en zonas verdes sin autorización que impidan el normal uso y disfrute por el resto de personas; Utilizar agua de la red municipal de riego para fines privados; o Deteriorar o destruir el mobiliario urbano instalado en zonas verdes y arboladas.

Las graves, cuyas multas pueden ascender a 1.500 euros, suponen realizar plantaciones contraviniendo la ordenanza, incumplir la obligación de conservación y protección de zonas verdes en urbanizaciones, no adoptar las medidas de protección previas ante obras, destruir o alterar plantaciones de tal forma que sea difícil o imposible su reparación, enceder fuegos o quemar restos de poda y jardinería cuando haya peligro de incendios o no respetar las zonas de reserva.

Y en cuanto a las graves, con multas de hasta 3.000 euros, todas aquellas que supongan un grave deterioroo o daño a ejemplares incluidos en el catálogo de árboles singulares, usas las barabacoas cuando esté prohibido o hacer fuego en momentos de alto riesgo de incendios.

Temiño ha explicado que, una vez aprobada la ordenanza de manera provisional en el pleno de diciembre, se abrirá un periodo de exposición pública para recibir alegaciones. En el momento en el que se resulevan, la ordenanza se aprobará de manera definitiva y entrará en vigor.

Lo hará pese a las críticas del Partido Popular, que lamenta que se les haya apartado de la gestión de una ordenanza que, por otra parte, «no aporta nada que no esté ya regulado en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), en el que el PP incorporó el cinturón verde como figura urbanística, reguló el catálogo de arbolado protegido e incluso lo actualizó».

El concejal Jorge Berzosa lamenta que el PSOE no haya apostado nunca por las inversiones en políticas medioambientales o espacios verces y, ahora, llegue con un afán «hiperrregulador» a cubir «la ausencia de recursos dinerarios con inflacción regulatoria y control, con el único propósito de poner sanciones a los burgaleses sin previamente realizar campañas de sensibilización y de corrección de conductas», ha puntualizado.

En definitiva, ha dicho Jorge Berzosa, mucha regulación de las infraestructuras de terceros mientras dejan morir el humedal de Fuentes Blancas, no han hecho una sola actuación sobre los árboles protegidos del catálogo en 18 meses porque no se ha previsto dinero para ello y han propiciado una regulación excesiva a través de sanciones, que oscilarán entre los 750 y 3.000 euros, sin dar alternativas para no infringir esas normas.

Unas sanciones que alcanzarán los 750 euros en deportes y juegos en zonas verdes inadecuadas, la misma cantidad por caminar por una zona verde acotada o arrancar flores de jardines, mientras que ascenderán hasta los 1.500 euros por no arreglar zonas verdes privadas o acceder a zonas reservadas para animales de compañía o llegar a los 3.000 euros, en caso de prohibición de productos fitosanitarios prohibidos en la ordenanza, que ni siquiera se regulan.

«Esta es la realidad de esta ordenanza, nada nuevo más allá de su afán recaudatorio. No nos extraña que se haga con oscurantismo y no se hayan atrevido a presentarla a los grupos con anterioridad», ha concluido.