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La carga de trabajado de la Policía Local de Burgos sigue en aumento, al mismo ritmo que crece la incidencia de la covid-19, que está desbocada en la capital. Si el pasado fin de semana se reforzó el operativo policial con dos patrullas, ... ahora se sumarán cuatro agentes, aunque sus funciones no se limitarán exclusivamente a la vigilancia anticovid.
Así lo ha explicado la concejal de Seguridad Ciudadana, Blanca Carpintero, quien recuerda que no se va a implementar un dispositivo a mayores a raíz de las nuevas medidas sanitarias y restricciones aprobadas el lunes por la Junta de Castilla y León. Simplemente, se van a aumentar los controles en horario nocturno para evitar concentraciones de personas y botellones en los parques.
En concreto, la atención policial se centrará en El Castillo y El Parral, y también en Fuentes Blancas, aunque en menor medida. Así se cumple con la recomendación regional, pues ni se exige el precinto de parques ni es viable en la mayor parte de los casos. Se trata de reforzar la presencia policial en horario nocturno, con patrullaje y presencia de agentes, insiste Carpintero.
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Patricia Carro
Y en cierto modo poco o nada difiere del trabajo que ya viene haciendo la policía, vigilando las zonas habituales de botellón, lo que ha ocasionado que las concentraciones de jóvenes se dispersen por la ciudad, como ocurrió el fin de semana. Se prestará más atención, si cabe, al problema del botellón, pero sin abandonar las labores policiales habituales y la vigilancia del cumplimiento de toda la normativa covid.
El alcalde de Burgos, Daniel de la Rosa, lanzaba ayer un bando en el que pedía paciencia y solidaridad a los burgaleses ante las nuevas restricciones planteadas por la Junta. Confiaba en la responsabilidad, recordaba la obligación de usar la mascarilla en la calle cuando no se garantice la distancia de seguridad entre no convivientes y recomendaba evitar aglomeraciones.
De hecho, el Ayuntamiento no ha autorizado el reparto de tarta previsto para esta tarde en la Plaza de Santa María con motivo del VIII Centenario de la Catedral. La tarta se instalará en la plaza, pero no se repartirá entre los burgaleses como estaba previsto, dado que es un acto que ocasiona aglomeraciones, similares a las que se han visto estos días en los fuegos artificiales o en torno a los actos del VIII Centenario.
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