Las obras de la perrera de Burgos, prioritarias para la nueva corporación municipal

Por eso las obras permanecen paradas desde entonces, lejos del plazo que debía cumplirse para su entrega (el pasado mes de noviembre). El anterior equipo de gobierno preparó un modificado de proyecto que se quedó a la espera de aprobación para poder retomar esta reforma, aunque será la nueva corporación quien retome este proyecto.

Carlos Niño, concejal de Medio Ambiente y Sanidad, es «optimista» -aunque matiza que «entre comillas»- con la posibilidad de poder resolver los problemas que han surgido de su reforma. «Esperamos que cuando se apruebe la próxima modificación presupuestaria se pueda acabar de hacer esa perrera y ponerla en marcha, que estamos todos deseosos de que ese momento llegue», confesaba.

Además, reconocía que harán los «esfuerzos necesarios para que salga adelante» y poder «agilizar los trámites», a sabiendas de que «la administración a veces es lenta» para que la obra «se culmine». «Es una prioridad para Medio Ambiente, desde luego, poder ponerla en funcionamiento cuanto antes», reconocía.

Aunque no se aventura a dar una fecha en la que se retomen las obras, ni siquiera una fecha en la que la perrera de Burgos sea por fin una realidad, Niño confía en que sea «en breve» cuando se firme el modificado del proyecto que dé el pistoletazo de salida al inicio, por segunda vez, de esta construcción y que «antes de acabar el año» puedan tenerlas en marcha.

Las obras se adjudicaron en febrero a Construcciones Ortega por 699.407 euros, lo que supuso una rebaja de casi 100.000 euros sobre el precio con el que salieron a licitación. La empresa, además, se comprometió a ejecutarlas en siete meses, tres meses menos de los que estimaba el proyecto, cuya edificación debería haber sido entregada el pasado mes de noviembre.

Mientras tanto, los animales que deberían habitar la perrera de Burgos permanecen en las instalaciones de la Protectora de Animales Scooby en Medina del Campo (Valladolid). Sin embargo, la relación del Ayuntamiento de Burgos y la protectora sigue sin pasar por un buen momento. Si en julio de 2022 el Consistorio acordó imponer penalidades a Scooby por incumplir el contrato y entender que habían cometido un total de doce infracciones, seis leves y seis graves, desde que se hicieran con el servicio el 10 de marzo de 2022, este jueves la Junta de Gobierno Local ha acordado iniciar la imposición de nuevos castigos a Scooby.

«Scooby es una solución temporal y se están haciendo los controles pertinentes y abriendo los expedientes que se tienen que abrir como con cualquier otra empresa. Se han intentado solucionar los problemas y se abrirán los expedientes que hagan falta y se intentarán solventar los problemas que surjan como en cualquier otro campo», indicaba Carlos Niño.

El transporte de estos animales de Burgos a Medina y viceversa sigue siendo uno de los problemas de los que se está «saliendo al paso». «En el momento que surge el problema, tratamos ese problema puntual. Me gustaría que estuviese todo más fácil, que todo funcionara mejor, pero no es posible. Tenemos este problema y tenemos que actuar e intentar prevenir estos problemas, pero no es una situación fácil y estamos un poco en un tira y afloja», lamentaba el concejal.