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El Ayuntamiento de Burgos da los primeros pasos para desbloquear el desarrollo urbanístico de once parcelas del bulevar, ubicadas en los entornos de la antigua estación, modificando los requisitos de variedad de usos de los terrenos para que sean más «atractivas» para los promotores de ... viviendas y se adapten mejor a las necesidades de la ciudad.
Veinte años después de plantearse el proyecto de Herzog & De Meuron, tras el levantamiento de las vías del tren, toda una zona liberada junto a la antigua estación sigue sin desarrollarse urbanísticamente y no porque no sea del intererés de los burgaleses, apunta el concejal de Urbanismo. Daniel Garabito explica que la causa hay que encontrarla en cómo se diseñó el desarrollo dentro del plan de los arquitectos suizos.
Se planteaba un plan maestro para crear un nuevo «centro de Burgos», una zona densamente poblada pero con muchos usos terciarios«. Y el índice de variedad de uso de los terrenos establecía que en 41% de los metros cuadrados deberían destinarse a uso terciario. Es un «plan muy ambicioso pero no responde a la realidad de Burgos», ha explicado Garabito.
Así, hay parcelas que se han desarrollado sin problemas, pues eran solo residenciales. Las que eran únicamente terciarias están sin desarrollar y las mixtas, algunas no se han llegado tampoco a desarrollar, como estas once, porque exige mucho espacio para uso terciero y obliga a hacer viviendas muy pequeñas. Viviendas de unos 80 metros cuadrados cuando, apunta Garabito, el gusto de los burgaleses supera los 100.
De ahí que se haya propuesto una solución, a un problema detectado hace una década, apunta el edil. Y esta pasa por modificar el Plan General de Ordenación Urbana para reducir de 41 a 19% el mínimo destinado a uso residencial (todavía el doble de lo que marca la normativa general, insiste Garabito). Así, se podrán construir las mismas viviendas, 1.591, pero de un tamaño «comercialmente más atractivo».
La modificación se acaba de aprobar en comisión este martes, de modo que se llevará al Pleno de enero para su aprobación inicial. Luego se abrirá un periodo de alegaciones, que tendrán que resolverse y antes de aprobarse definitivamente deberá tener el visto bueno de la Junta. Daniel Garabito estima que entrará en vigor, como mínimo, dentro de un año, pero el cambio impulsará las promociones de viviendas.
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