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La pandemia de la covid-19 ha aumentado el número de terrazas en Burgos, así como sus dimensiones, lo que ha obligado a incrementar los controles para garantizar que, en todos los casos, se cumple con la normativa municipal. Y las vigilancias de la Policía ... Local, así como la labor de los técnicos del área de Licencias, han dado sus frutos.
El concejal de Licencias, Miguel Balbás, explica que se han controlado las 91 terrazas cerradas que hay instaladas en la ciudad, para ver si cumplían con la normativa de octubre de 2020. De ellas, 36 no presentaban ningún problema. Sin embargo, 55 tienen deficiencias o errores, que tendrán que subsanarse porque, de lo contrario, supondrá que el establecimiento pierda la autorización para el cerramiento.
En la mayoría de los casos, las deficiencias corresponden a anclajes en el suelo que están prohibidos, a que no se han respetado las alturas o las anchuras en los espacios de ventilación o a que no poseen el certificado de instalación eléctrica pese a que tienen estufas. Balbás apunta que los afectados han podido presentar alegaciones, que están estudiando los técncios.
Por otra parte, el concejal ha anunciado que se han levantado once actas de sanción muy grave contra otras tantas terrazas por contar con más mesas de las autorizadas, y eso que en muchos casos se ha permitido aumentar el número de veladores en las medidas covid, recuerda Miguel Balbás. Los establecimientos sancionados tendrán que cerrar la terraza un año y pagar una multa de 1.500 a 3.000 euros.
Esta misma semana se retirará una de las terrazas de la Avenida de Reyes Católicos que han suscitado las quejas de los vecinos (y en las que este fin de semana la Policía Local identificó a 14 menores consumiendo alcohol y drogas). El resto de terrazas están distribuidas por los diferentes barrios de la ciudad, ha comentado Balbás, sin querer concretar las ubicaciones.
Igualmente, Miguel Balbás ha indicado que están elaborando un nuevo borrador para la nueva ordenanza de terrazas. Justo antes de estallar la pandemia, había elaborado un documento para la nueva ordenanza, pero no se llegó a aprobar. Luego, el Ayuntamiento ha ido aprobando medidas puntuales para adaptar la situación de las terrazas a las exigencias de la covid-19. Y el anterior concejal de Licencia, Julio Rodríguez-Vigil, incluso inició una nueva negociación para elaborar otro documento.
Ahora, se está abordando un borrador que se adaptará a la nueva realidad de las terrazas, que ha cambiado durante la pandemia. El concejal recuerda que se utilizan mucho más las terrazas, ya no solo para el tiempo bueno, y es algo que ha llegado para quedarse, así que la ordenanza tendrá que buscar el equilibrio entre la actividad económica de la hostelería y la convivencia ciudadana.
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