Fernández Santos afea el comportamiento «vergonzoso» de Manjón, quinto concejal no adscrito

Así, y dado que la salida de Manjón deja a Imagina con tres concejales (de los seis con los que entró en el Ayuntamiento hace cuatro años), se ha optado por que el concejal no adscrito mantenga su presencia en las comisiones a las que ha venido asistiendo tras la reorganización,producida por la salida de Raúl Salinero y Blanca Guinea, ocurrida hace ahora un año.

Y se han pactado, entre Majón e Imagina, dos pequeñas modificaciones. En Participación Ciudadana y Transparencia le sustituirá Antea Izquierdo y en la Comisión Especial de Sugerencias y Reclamaciones, Sara Hojas.

De este modo, se evita una aplicación de la fórmula matemática que se ha venido utilizando cada vez que se ha incorporado un concejal no adscrito (tenemos cinco ya), pues ahora Imagina tiene el mismo número de conejales que Cs y eso obligaría a cambios más profundos, que afectarían prácticamente a todas las formaciones (y quedan dos meses de mandato, la mitad en funciones).

La salida de Marco Antonio Manjón ha sido mucho menos traumática de lo que fue, en su momento, la marcha de Raúl Salinero o Blanca Guinea de Imagina, de Fernando Gómez del Partido Popular y, por supuesto, de Silvia Álvarez de Eulate de Ciudadanos. Sin embargo, Manjón sí que se ha llevado más de una crítica del PSOE, en concreto de Antonio Fernández Santos, que le ha afeado su comportamiento político «vergonzoso».

Cuando Manjón ha atacado la «pinza de PSOE y PP» en el Ayuntamiento, Antonio Fernández Santos ha criticado que la figura «más singular y caradura» de la Corporación Municipal es el propio Manjón. «Era de Podemos», le ha recordado, y entró en el Ayuntamiento atráves de «la ensalada de siglas» que supuso Imagina.

Sin embargo, cuando se marcharon sus compañeros de Podemos Blanca Guinea y Raúl Salinero, Manjón se fue con Izquierda Unida, se quedó para seguir ocupando la portavocía en la Diputación, «que le viene muy bien económicamente». Y ahora, se sale. El socialista afirma que su comportamiento político es «vergonzoso» y lo califica de «ridículo espantoso».