El PP exige fiscalizar la gestión económica del PSOE tras un año de mandato municipal, «de fracaso, errático y sin liderazgo»

Blasco ha lamentado que la mayor parte de los servicios municipales se estén prestando sin contrato, pues el equipo de Gobierno solo ha sacado adelante los contratos cuyos expedientes ya había dejado preparados el PP, insiste. Para los 'populares' este primer año de gobierno socialista se resume en «fracaso», pues Daniel de la Rosa «carece de liderazgo e iniciativa».

La portavoz 'popular' ha vuelto a insistir en que el PSOE tiene paralizada la actividad municipal, algo que vienen denunciando desde el principio del mandato, con contradicciones, revisiones y cambios de opinión constantes. El alcalde solo se mueve por intereres personales y partidistas, ha asegurado Blasco, y ni en plena pandemia ha sabido aprovechar la oportunidad de colaborar con la oposición.

El PP quiere ponerle fin a la «desastrosa» gestión municipal socialista y, de entrada, ha registrado un escrito para solicitar al pleno la incoación de un expediente administrativo de responsabilidad contable. Se pretende revisar, a través de un inspector, toda la gestión durante la pandemia, pues se han detectado casi un centenar de expedientes sin fiscalización ni intervención.

Carolina Blasco habla de contratos, subvenciones y órdenes de pago que no se han fiscalizado durante más de dos meses, de 8 millones de euros tramitados una vez reactivada la función municipal. «No nos interesa judicializar la cuestión», ha afirmado, pero si el pleno municipal no aprueba la incoación del expediente, llevarán el asunto al Tribunal de Cuentas.

Precisamente, el PP se ha opuesto este lunes a un cambio en la forma de fiscalizar la gestión municipal, pasando de la fiscalización tal a la fiscalización previa, que a juicio de los 'populares' reduce los controles sobre las actuaciones económicas y financieras del equipo de Gobierno. Se trata de «minimizar» el control de Intervención sobre la gestión de Daniel de la Rosa y, como el PP «no confía» en los socialistas, prefiere no «relajar» la intervención municipal.