El divorcio se aventura tormentoso. La decisión de Ciudadanos de apostar por Rosario Pérez Pardo como candidata a la Alcaldía de Burgos en detrimento de Vicente Marañón ha acabado desatando una tormenta en el seno del partido. Una tormenta que, eso sí, parece que ... se venía fraguando desde hace ya mucho tiempo
Publicidad
Así lo ha dejado entrever hoy mismo el todavía portavoz de la formación y, a la sazón, vicealcalde, quien ha asegurado que tras el final del mandato abandonará, no sólo el Ayuntamiento, sino también el partido. Y lo hará asegurando haberse sentido objeto de «descalificaciones» y «difamaciones» por la espalda.
Unas afirmaciones basadas, entre otras cuestiones, en un documento firmado en noviembre 2019 por los entonces cuatro compañeros en la agrupación municipal: la propia Rosario Pérez, Miguel Balbás, Rosa Niño y Julio Rodríguez-Vigil, que tiempo después sería apartado del grupo municipal y el equipo de Gobierno.
En dicho documento, al que ha tenido acceso BURGOSconecta y que fue remitido a los órganos del partido, los cuatro firmantes cargaban duramente contra la actitud de Marañón tras los cinco primeros meses de legislatura, cuando Cs aún estaba en la oposición tras el infructuoso pacto con PP y Vox, que acabó permitiendo la llegada del socialista Daniel de la Rosa a la Alcaldía.
En aquel momento aseguraban que Marañón no disponía «de la capacidad necesaria para liderar el proyecto» de Ciudadanos, que acababa de firmar sus mejores resultados electorales en la capital burgalesa, una situación muy alejada de la actual, en la que el partido está atravesando su peor momento a pocas semanas vista de las elecciones municipales.
Publicidad
En este sentido, los cuatro concejales acusaban a Marañón de «imponer» la postura de la agrupación municipal en los debates de Pleno y de las comisiones municipales sin debatirla, adscribiéndose a la postura que adoptaran en cada momento desde el PP.
Así, los cuatro firmantes aseguraban entonces que eran «numerosas las ocasiones en las que [Marañón] ha despreciado la opinión de sus compañeros» y que «muchas veces» eran «objeto de menosprecio» si no estaban de acuerdo con las decisiones adoptadas.
Publicidad
También criticaban la «falta de empatía» y de «carisma» de su portavoz, que a su juicio no gozaba del «aprecio de los burgaleses», así como su «escasa» presencia en actos públicos, institucionales y ruedas de prensa. Incluso, le afeaban que en los cinco primeros meses de legislatura no había presentado más que una proposición al Pleno, mediante la que se exigía una rectificación al alcalde por «mancillar su honor» tras el escrache sufrido momentos antes de celebrar la investidura en junio de 2019.
Por todo ello, los entonces cuatro compañeros de la agrupación municipal afirmaban que Marañón mantenía una «actitud impropia de un portavoz y de un compañero de grupo municipal, con el que evidentemente no estamos de acuerdo».
Disfruta de acceso ilimitado y ventajas exclusivas
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.