El foco mediático nacional ha vuelto a posarse en Burgos esta semana. La decisión del Ayuntamiento de la localidad de retirar el convenio para financiar a tres organizaiones no gubernamentales que ayudan a personas migrantes ha sido el detonante que ha abierto una brecha en el Gobierno del Consistorio. Esta es la historia.
Publicidad
El 17 de junio de 2023, la popular Cristina Ayala se convertía en la primera alcaldesa de Burgos con el apoyo de cuatro concejales de Vox. El Partido Popular contaba con once escaños, mientras que la lista más votada era la del PSOE, con doce asientos. Un acuerdo que centraba sus actuaciones en materia de infraestructuras y eficiencia administrativa, pero que dejaba otros flecos para discutirlos más adelante.
Una de estas discrepancias salía a la luz en noviembre de 2024, cuando PP y Vox preparaban los presupuestos del Ayuntamiento de Burgos para 2025. El partido de Martínez Acitores marcaba una línea roja: eliminar las subvenciones a tres ONG de ayuda a migrantes en la ciudad, según señalaba la portavoz del Gobierno, Andrea Ballesteros, tras la Junta de Gobierno Local.
Se trataba de Burgos Acoge, ACCEM y Atalaya, quienes desempeñan su labor ayudando a personas migrantes en la capital. Sin embargo, la subvención se mantenía para Cáritas, otra ONG que trabaja con el mismo colectivo. Ante la pregunta a la popular Andrea Ballesteros de por qué se había impuesto esta distinción, la concejala contestaba un escueto y tajante «no lo sé».
Un día más tarde, tres de los cuatro ediles de Vox en el Ayuntamiento se ponían delante de los micrófonos. El vicealcalde Martínez Acitores, el concejal de Comercio Raúl Martínez y el de Licencias Ignacio Peña intentaban justificar su imposición en los presupuestos.
Publicidad
Señalaban que la decisión no había sido una «imposición» y que retirar la ayuda a Burgos Acoge, ACCEM y Atalaya trataba de atajar un «problema» suscitado por el «efecto llamada» de la inmigración ilegal. Desde Vox proponían «redirigir» los 119.000 euros que hasta ahora recibían las tres ONG a otras áreas de la Concejalía de Mayores, Familia y Juventud. Además, Martínez Acitores subrayaba que no había habido «ni amenazas ni chantajes» en la negociación de este punto.
Tres días más tarde, Cáritas tomaba la palabra. La organización renunciaba al convenio de inmigración si Vox no recuperaba las ayudas para el resto de entidades: Burgos Acoge, ACCEM y Atalaya.
El secretario de Cáritas, Ignacio Ruiz, y el delegado diocesano, Mario Vivanco, esgrimían que, para la organización, la acogida, promoción y protección de los migrantes «contribuye a una sociedad más justa y fraterna». En esta rueda de prensa mostraban, además, su apoyo específico a las otras tres ONG, con quienes trabaja «de forma habitual».
Publicidad
A su vez, la portavoz de Burgos Acoge, Nuria Revilla, calificaba esta medida como «drástica para la ciudad» y señalaba que en 2023 estas tres ONG habían atendido «a más de 7.000 personas en la ciudad».
Un día más tarde de las explicaciones de Vox, Ballesteros declaraba que Cáritas estaba «en su derecho de renunciar al convenio de atención a personas inmigrantes». De hecho, la concejala y presidenta de la Gerencia Municipal de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Burgos señalaba el impacto «negativo» de la decisión de Vox e insistía en que, si el PP gobernara en solitario, «no habría eliminado las partidas».
Publicidad
Por otro lado, Burgos Acoge, ACCEM y Atalaya convocaban una concentración para el miércoles 13 de noviembre. Bajo el lema «Burgos por la convivencia» instaban a los burgaleses a mostrar su apoyo a las ONG y el rechazo a las cuentas del Consistorio para 2025, que no incluían ayudas directas a dichas organizaciones.
Durante la mañana del miércoles, la alcaldesa de Burgos señalaba que acataban la imposición de Vox de retirar las ayudas a Burgos Acoge, ACCEM y Atalaya para «dar estabilidad» a la ciudad. Además, Ayala reconocía que el partido de Martínez Acitores era «fundamental para aprobar» las cuentas municipales de 2025.
Publicidad
Sin embargo, parte de la ciudadanía burgalesa no opinaba lo mismo. A partir de las ocho de la tarde, cerca de 5.000 personas se concentraban en la plaza Mayor para solidarizarse y apoyar a las tres ONG a las que se le retiraría la ayuda. Lo hacían para reivindicar la convivencia y la multiculturalidad en Burgos, donde las organizaciones clamaban que «este tipo de medidas ha hecho un efecto llamada» a la población de Burgos, que, pese al frío, se ha volcado con Burgos Acoge, ACCEM y Atalaya.
Asimismo, otras entidades como FAE también se unían a la petición al Ayuntamiento de no retirar el convenio a las tres entidades que trabajan con migrantes.
Ante la multitudinaria concentración en la plaza Mayor, el jueves 14 de noviembre PP y Vox buscaban una salida. Tras la Junta de Gobierno Local semanal, Ballesteros afirmaba que era un día «de análisis» y sugería una posible solución: una eventual ayuda a las ONG que trabajan con migrantes gestionada a través de la Diputación de Burgos.
Noticia Patrocinada
Sin embargo, el escenario se torcía aún más al anunciar dos ruedas de prensa por separado: una del PP y otra de Vox. Parecía que algo más estaba en juego que los presupuestos del Ayuntamiento de 2025. Incluso se rumoreaba acerca del futuro del acuerdo entre ambos partidos para gobernar Burgos.
Por un lado, Ayala reculaba y apostaba por mantener las ayudas a las ONG. La solución propuesta era presentar una enmienda a sus propios presupuestos que «seguro» que se aprobaría, señalaba. Esta decisión era tomada tras consultar la solución con otros miembros de su partido como Borja Suárez, Alfonso Fernández Mañueco o Cuca Gamarra. «Rectificar es necesario por responsabilidad, por convicción personal y de todo el grupo del Partido Popular», indicaba la alcaldesa.
Publicidad
Por otro lado, el vicealcalde Fernando Martínez Acitores afirmaba que el pacto entre Vox y PP «no se rompe». Sin embargo, su grupo elevará una «transaccional» a la enmienda que presente el PP en la próxima comisión de Hacienda del martes 19 de noviembre.
Un día más tarde, el edil socialista y exalcalde de Burgos Daniel de la Rosa lamentaba la imagen de desacuerdo que el bipartito trasladaba a la ciudadanía. Señalaba que la rectificación no venía por «convicción»; sino por la «presión social y el miedo».
Publicidad
De la Rosa afirmaba que «Ayala ha elegido seguir atada a Vox» en un momento en el que «podría haber cambiado de rumbo» y recordaba la etapa en la que el popular Javier Lacalle gobernó en minoría en el Ayuntamiento de Burgos gracias a buscar apoyos circunstanciales con el PSOE. También recordó el bipartito de los socialistas con Ciudadanos, insistiendo Daniel de la Rosa en ofrecer su ayuda a la alcaldesa.
Además, el socialista explicaba que iban a «poner muy fácil la aprobación de este presupuesto». De la Rosa también auguraba que el pacto del bipartito se rompería «más pronto que tarde». «Es pan para hoy y hambre para mañana».
Publicidad
Burgos Acoge, Cáritas, Atalaya Intercultural y ACCEM llevan años trabajando en la ciudad con personas migrantes. La partida anual que se les asigna es de 119.000 euros; es decir, el 0,05% de lo presupuestado para 2025 por el Ayuntamiento de Burgos.
La eliminación de dicha partida repercutiría en su financiación. Además, estas asociaciones se verían obligadas a limitar o eliminar ciertos programas, como el refuerzo educativo a menores y viviendas de acogida para personas vulnerables. En total, estas ONG ayudan a unas 7.300 personas al año en Burgos.
Publicidad
El martes 19 se celebraba la comisión de Hacienda, esa reunión en la que, en teoría, se daría un «sí» a los presupuestos de 2025. Sin embargo, al intentar aprobar la enmienda del PP que aprobaba la subvención a las ONG que trabajan con migrantes, todo saltaba por los aires: tanto PSOE como Vox votaban en contra.
De esta forma, el borrador presupuestario salía de la comisión de Hacienda con un dictamen desfavorable y listo para ser votado en el Pleno extraordinario, programado para el viernes 22 de noviembre. Horas más tarde, y con la incertidumbre puesta en el viernes, la alcaldesa de Burgos Cristina Ayala ratificaba su confianza en Vox y en que el partido liderado por Martínez Acitores aprobaría los presupuestos. «Lo que tenga que venir, que venga», explicaba la regidora.
En la mañana del miércoles 20 de noviembre, las sedes de las cuatro ONG que trabajan con migrantes en Burgos (Cáritas, Burgos Acoge, Accem y Atalaya) amanecían con diferentes pintadas. 'Más Valencia, menos Nigeria', 'Puto moro' y 'Españoles primero' eran algunos de los grafitis, acompañados de símbolos fascistas y nazis.
Ante lo ocurrido, la portavoz del equipo de Gobierno, Andrea Ballesteros, condenaba los actos y hacía un llamamiento a la convivencia y a la integración multicultural en Burgos. Por su parte, las ONG señalaban que «siempre hay extremistas, pero esto no representa a la sociedad burgalesa». Mientras, Cáritas, Burgos Acoge, Accem y Atalaya optaban por restar importancia al acto vandálico y seguir trabajando con todo aquel que lo necesite.
Publicidad
A partir de ese momento, y con la cercanía a la celebración del Pleno extraordinario en el Ayuntamiento de Burgos, los rumores de la ruptura del pacto entre PP y Vox se hacían más latentes. De la Rosa salía al paso y, de nuevo, se ofrecía para aprobar los presupuestos si el bipartito colapsaba. A cambio, exigía a Ayala varias condiciones: la ruptura del pacto, la recuperación de la línea de subvenciones para cooperación al desarrollo y para la Memoria Histórica, recortadas en el pasado ejercicio y la negociación con los socialistas del modificado de crédito previsto para finales del primer trimestre del próximo ejercicio.
Minutos después, presidente provincial del PP, Borja Suárez, afirmaba que el PP «está preparado para gobernar en minoría». Además, explicaba que las ayudas a las ONG «no es motivo suficiente para romper» y señalaba que, si Vox «quiere romper, que rompa». Sin embargo, Vox se enrocaba en su 'no' a los presupuestos y daba por roto el pacto con el PP si nada cambia antes de la votación de los presupuestos, programada para el Pleno extraordinario del viernes 22 de noviembre en el Ayuntamiento de Burgos.
El jueves 21 de noviembre comenzaba tal y como había acabado el miércoles: PP y Vox seguían acusándose mutuamente de haber roto el pacto de Gobierno del Ayuntamiento de Burgos. Los del PP porque Vox no quería votar los presupuestos con su enmienda y los verdes porque los azules no habían sido leales y habían cambiado la partida relacionada con las ONG que trabajan con migrantes.
Sin embargo, la situación se daba la vuelta a mediodía, cuando, al ser preguntada, la alcaldesa afirmaba que desde el PP estaban «intentando que el pacto siga adelante». Por su parte, Martínez-Acitores aseguraba que el voto de Vox este viernes sería «en contra de las cuentas». Además, el vicealcalde reiteraba que su partido no tiene «ninguna directriz por parte de Madrid».
Publicidad
El viernes 22 de noviembre, con la celebración del Pleno extraordinario, finalizaba la crisis PP-Vox iniciada hacía 15 días, el pasado 7 de noviembre. Los de Martínez-Acitores votaban en contra de los presupuestos al incluirse la partida para las ONG que trabajan conn migrantes. En ese momento, el pacto entre populares y Vox se daba por roto.
Se rompía así, en un Pleno tenso, el acuerdo de año y medio desde las pasadas elecciones, en mayo de 2023. Vox acusaba así al PP de «traicionar el pacto» que los llevó a investir como alcaldesa a Cristina Ayala 524 días antes.
Minutos después de la finalización del Pleno, Ayala firmaba el decreto de expulsión de los concejales de Vox del equipo de Gobierno. Una decisión que, según ha reconocido, ha «lamentado» tomar y con la que responsabilizaba a los órganos nacionales de Vox por las presiones. Por su parte, el popular Alfonso Fernández Mañueco, presidente de la Junta de Castilla y León, respaldaba a Ayala, señalando que Vox «elige ser oposición» en el Ayuntamiento de Burgos.
Por su parte, Martínez-Acitores señalaba que era el PP el que les quería «expulsar del equipo de Gobierno». El de Vox aseguraba que continuarían con su labor «desde la oposición».
Tras el pleno, el exalcalde socialista Daniel de la Rosa también tomaba la palabra, afirmando que «la verdadera voluntad del PP es seguir pactando con la extrema derecha». De la Rosa lamentaba el desprecio de Ayala al no querer votar su enmienda y señalaba que la alcaldesa «ha provocado la mayor crisis de gobierno en Burgos en más de 20 años» y se ha jugado sus cartas a una Cuestión de Confianza que «puede que pierda».
Publicidad
Ayala ha anunciado que el próximo lunes, 25 de noviembre, se someterá a una Cuestión de Confianza. Con esta herramienta se podría desbloquear la aprobación de los presupuestos del Ayuntamiento de Burgos si la votación, que será presumiblemente el jueves 28, sale adelante.
Sin embargo, si la votación termina con resultado negativo se abriría un plazo de un mes para que se pueda presentar una moción de censura con un candidato alternativo. Si no se presenta la moción contra Ayala, el presupuesto será aprobado de manera automática. A partir de entonces, la alcaldesa popular seguiría gobernando, aunque en minoría, ya que el partido que cuenta con más concejales es el PSOE.
Disfruta de acceso ilimitado y ventajas exclusivas
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
25 artistas para descubrir y disfrutar en 2025
El Diario Montañés
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.