La resolución de la primera fase del concurso de ideas para el gran proyecto de Burgos Río, que pretende proteger, adecentar y poner en valor la ribera del Arlanzón a su paso por la capital, está próxima. En concreto, los técnicos del área ... de Urbanismo están estudiando la documentación remitida por los estudios de arquitectura y, en breve, se podrá conocer quiénes pasan a la segunda fase.
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El vicealcalde, Vicente Marañón, confía incluso en que esta primera fase pueda estar resuelta esta misma semana. Se va con algunas semanas de restraso sobre el plan inicial, admite, pues «pensábamos que la valoración de los expedientes iba a ser más rápida». Sin embargo, como hay propuestas de equipos extranjeros, eso retrasa la validació y comprobación de la documentación.
Marañón recuerda que esta primera fase es puramente técnica. Los técnicos municipales examinan las ofertas para, en función de la experiencia, la formación y los proyectos acometidos por los equipos, valorar cada una de ellas. Y aquellas que obtengan mejor puntuación serán las que pasen de fase. «Podemos seleccionar entre 5 y 8», indica el vicealcalde.
Del mismo modo, aquellas que no hayan cumplido con el pliego de condiciones, que hayan remitido tarde o mal la documentación, quedarán excluidas. Marañón recuerda que hubo problemas con al plataforma de contratación del estado para la remisión de la documentación y se tuvo que habilitar otra. Es lo único que sabe sobre el procedimiento administrativo.
Una vez resuelta la primera fase, se comunciará la decisión a los estudios seleccionados, que dispondrán de cinco meses para preparar una idea preliminar de la intervención que plantean. En este caso la selección se hará ya mediante jurado, es más subjetiva y, en principio, más rápida, aunque se estima que durará unos dos meses, aproximadamente.
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El jurado tendrá que seleccionar tres proyectos, que se llevarán cada uno 100.000 euros, y los estudios de arquitectura deberán presentar un proyecto más detallado. De entre los tres se seleccionará el que será el definitivo para acometer la transformación de la ribera del Arlanzón. Y serán tres los meses que tocará esperar hasta conocer la propuesta ya concretada y definida.
De este modo, habrá que esperar hasta 2024 no solo para ver obras sino también para disponer del proyecto que se ejecutará, pues el estudio ganador dispondrá de cinco meses para redactarlo. Vicente Marañón ha indicado que «lo importante es que el proyecto se ha lanzado ya, que está en marcha», y confía en que cualquier cambio en la corporación municipal tras las elecciones de mayo no obstaculice la intervención.
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Aun así, en el propio concurso se especifica que el Ayuntamiento se reserva la facultad de no iniciar, por causas justificadas, la tramitación del procedimiento negociador sin que el ganador, ni el resto de concursantes, tengan derecho a recibir cantidad adicional alguna en concepto de lucro cesante, una vez satisfecho el importe del prmio obtenido.
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