El concurso de ideas para el proyecto de Burgos Río arranca en septiembre

El objetivo es poder tener adjudicada la redacción del proyecto antes de que concluya este mandato, en abril de 2023, de modo que la ejecución se tendría que abordar de la mano del siguiente equipo de Gobierno. En los dos primeros años estaría redactado el proyecto definitivo y, en los dos segundos, tocaría realizar las obras, ha explicado Vicente Marañón.

El vicealdalde de Burgos ha explicado que el concurso de ideas constará de tres fases. En la primera, el Ayuntamiento otorgará dos meses a los estudios de paisajismo y arquitectura interesados para que presenten la documentación exigida, que se centrará en información sobre su experiencia profesional. De ahí se seleccionarán entre cinco y ocho estudios para que elaboren una propuesta.

En la segunda fase, los seleccionados dispondrán de cinco meses para elaborar dicha propuesta «en la que tiene que ser posible, por parte del jurado, apreciar la política, estrategia, aproximación a la ciudad y al río». De esta fase saldrán tres finalistas y cada uno de ellos será premiado con 100.000 euros, ha indicado Marañón.

Las propuestas serán públicas, es decir, se expondrán para que los ciudadanos puedan conocerlas. Y los estudios que superen este corte contarán con otros tres meses para concluir su proyecto, y de entre ellos se elegirá al ganador. Marañón estima que en 600.000 euros (más IVA) el coste del proyecto. Por tanto, el concurso de ideas tendrá que estar concluido para mediados de 2023.

El jurado para la selección ya está dedicido. Lo presidirá el alcalde, siendo el propio Marañón el vicepresidente. Contará con el presidente del Colegio de Arquitectos de Burgos, técnicos municipales y miembros de estudios de arquitectura, paisajismo y diseño. De hecho, Marañón afirma que hay empresas del sector ya interesadas en el concurso de ideas.

«La génesis de Burgos Río implica ordenar la relación e interacción de la ciudad con el río Arlanzón, que discurre de este a oeste por nuestra ciudad en paralelo al Camino de Santiago», ha recordado el vicealcalde. El proyecto afectará a 12 kilómetros del río Arlanzón a su paso por la capital, lo que podría suponer unas 120 hectáreas de actuación.

De esta forma, Marañón confía en que Burgos Río sea una «tarjeta de presentación» de la ciudad en el país y en el exterior. También una «herramienta de marketing y promoción de la ciudad, en un momento en el que la transición ecológica es una de las «banderas» de las políticas de la Unión Europea. «Este es un proyecto que pretende asegurar que la ciudad convive con el entorno natural y estamos convencidos de que Burgos tiene el tamaño adecuado para ser una ciudad líder, de vanguardia, ejemplar en la Unión Europea en la convivencia de la actividad humana en un entorno urbano», dijo

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