La concesión para desarrollar la red de calor de Gamonal estará para principios de 2023

El proyecto ya se publicó en el Boletín Oficial de la Provincia (BOP) en agosto, son «las reglas del juego» que marca el Ayuntamiento, ha explicado el concejal Daniel Garabito, en una propuesta «muy ambiciosa». Para empezar, «la red de calor de Burgos será 100% energía renovable», y se valorará que se puedan aprovechar los excedentes de calor que genera la industria.

Garabito ha recordado que el proyecto está en fase de alegaciones y, a continuación, habrá que sacar a licitación la concesión de uso de dominio público, pues el desarrollo de esta red de calor correrá a cargo de la iniciativa privada. El alcalde, Daniel de la Rosa, «confía» en que dicha concesión esté adjudicada para finales de año o principios del próximo.

De momento, saben que hay interés empresarial por el proyecto, pero hay que esperar a que se concrete a través de ofertas. De ahí que ni De la Rosa ni Garabito quieran dar plazos sobre cuándo podría arrancar esta red de calor, sobre todo después de que el proyecto que se anunció a bombo y platillo en 2020 tuviese que retirarse para iniciar esta tramitación de concurrencia pública.

Lo que sí está claro es que se trata de una inicaitiva que se podrá vislumbrar en un horizonte cercano, de un par de años, y que ofrece una alternativa interesante para los burgaleses. Además, la conexión es muy sencilla. Una vez en marcha la red, a través de un intercambiador de calor, la comunidad de vecinos, la empresa o el negocio podrá conectarse. Y siempre hay opción de reversión.

La red de calor es una de las medidas a medio y largo del plan de ahorro energético que ha diseñado el Ayuntamiento de Burgos, y que incluye también propuestas que incentivan la eficiencia energética. Por ejemplo, la modificación que se tramita del Plan General de Ordenación Urbana incluye incentivos para los promotores que apuesten por medidas de sostenibilidad y eficencia.

En concreto, se flexibiliarán los cómputos de metros cuadrados, lo que puede suponer, por ejemplo, que un promotor pueda construir terrazas de mayor tamaño. Además, el Plan Municipal de Vivienda prestará especial atención a los barrios más vulnerables para el desarrollo de proyectos que mejoren la eficiencia de las viviendas, con reformas de fachadas, ventanas o sistemas de calefacción.

Y el propio Ayuntamiento está dando ejemplo ya con la rehabilitación de edificios municipales bajo criterios de eficiencia energética. Daniel Garabito ha hablado de la tercera fase del centro cívico Río Vena o de la remodelación de las cubiertas de los cívicos de San Agustín y San Juan, y ha indicado que se va a dejar «sistematizado» este modo de proceder para que el Ayuntamiento aborde proyectos de estas características de manera continuada.

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