Estos son los concejales que más casan en Burgos

El concejal de Deportes, además de vivir la era dorada de los clubes de la ciudad, está siendo testigo de la fiesta del amor. Lleva casi 80 bodas en dos años de mandato y, como asegura, es una labor que no le importa desempeñar. «Empecé haciendo muchas en el verano de 2019. Cuando tengo tiempo y disponibilidad me suelo ofrecer. Me gusta y no me importa. Es una buena manera de hacer felices a dos personas», apunta Moreno.

Sus 78 bodas se complementan con las de compañeros de partido, que entre todos suman hasta 275 enlaces. Sonia Rodríguez (39), Nuria Barrio (33), Blanca Carpintero (28), David Jurado (18), Estrella Alonso (16), Daniel Garabito (16), Lola Ovejero (14), Daniel de la Rosa (13), Josué Temiño (11) y Adolfo López (8) ponen de manifiesto que no hay edil socialista que no haya casado durante estos dos años de mandato.

«En la legislatura pasada había un acuerdo en el que el equipo de gobierno casaba de lunes a viernes en el Ayuntamiento. El resto de partidos rotaba para hacer las del fin de semana. Estos dos años no existe ese acuerdo, por lo que el resto de concejales de otras formaciones solo han casado las veces que se lo han pedido», apunta Moreno.

De esta forma, el PP tan solo ha celebrado cuatro enlaces (Carolina Blasco, 2; y César Barriada, 2), mientras que Ciudadanos ha centrado todas las bodas que ha oficiado en Rosa Niño (28). El resto de concejales naranjas representan un porcentaje pequeño con las cuatro de Julio Rodríguez-Vigil y una de Rosario Pérez. Vicente Marañón y Miguel Balbás no han casado hasta el momento.

El grupo municipal de Vox tan solo ha oficiado dos bodas, una cada edil (Ángel Martín y Fernando Martínez-Acitores), mientras que las bodas de Podemos (10) se dividen entre las seis de Margarita Arroyo y las cuatro de Israel Hernando.

Unos enlaces que se paralizaron durante la pandemia. Durante tres meses y medio no se ofició ninguno y ahora se han vuelto a reactivar. Una actividad, la de los ediles, por la que no perciben ningún complemento. «Es altruista. El Ayuntamiento cobra una tasa cuando es viernes por la tarde o sábado», concluye Leví Moreno.