El bipartito enmendará parte de la normativa de las Zonas de Bajas Emisiones

De hecho, este fue uno de los asuntos que mayores fricciones levantó el pasado mandato entre el equipo de Gobierno y la oposición, que en todo momento cuestionó la «improvisación» de un proyecto que, incluso, llegó a los tribunales a raíz de una denuncia de la entonces portavoz del PP, Carolina Blasco. Un procedimiento judicial que de momento sigue en marcha y que sin duda condicionará la tramitación del proyecto, pero ante el que el Ayuntamiento poco puede hacer, según López. Y es que, tal y como ha subrayado hoy, el Consistorio no está personado en el proceso, ni como demandado ni como demandante.

Así las cosas, el planteamiento con el que el nuevo equipo de Gobierno ha abordado el asunto es claro. Una vez finalizado el plazo de alegaciones, el procedimiento se paralizará a la espera de la redacción de nuevos informes técnicos que permitan flexibilizar la norma y hacer que sea «menos lesiva» para los burgaleses.

En este sentido, López ha reconocido que la primera de las ZBE dibujada por el anterior equipo de Gobierno sobre el mapa de la ciudad (Zona 0) apenas genera problemas. No en vano, coincide a grandes rasgos con el centro histórico ya peatonalizado. Sí que generan muchas más dudas la otras dos ZBE, que en la propuesta del PSOE y Cs ampliaban significativamente su radio de acción.

Además, ha insistido López, el proyecto implementado por el anterior equipo de Gobierno carecía del correspondiente régimen sancionador y se desvinculaba de los índices de contaminación del aire de cada momento, algo que desde el nuevo bipartito consideran totalmente necesario para activar las restricciones sólo cuando sea necesario.

En todo caso, el concejal de Movilidad ha insistido en que el Ayuntamiento tiene margen de maniobra para modificar los planes iniciales e implantar definitivamente las ZBE, ya que la Unión Europea ha establecido una moratoria hasta 2027.