El Ayuntamiento trabaja a contrarreloj para asumir la gestión de las recargas del bonobús

Otro lío más a cuenta de Prepay. La portavoz del equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Burgos, Andrea Ballesteros, ha confirmado hoy que la administradora que está gestionando el concurso de acreedores de la empresa ha notificado el cese de la actividad de la misma a partir del próximo 15 de febrero. Esto es, que ese día dejará de funcionar el servicio de recarga de tarjetas del bonobús tal y como venía funcionando hasta ahora bajo el amparo de la propia administradora concursal.

Esta circunstancia obliga al Ayuntamiento a trabajar a contrarreloj para intentar salvar el 'match ball' y garantizar la continuidad del servicio más allá de esta fecha. Y en eso están, aunque todavía quedan muchos detalles por pulir.

Según ha explicado Ballesteros, la intención pasa ahora mismo por asumir de manera directa la gestión del sistema de recarga de las tarjetas de autobús urbano a partir del día siguiente al cese de actividad de Prepay.

¿Cómo? «Es en lo que estamos trabajando ahora mismo», se ha limitado a señalar la portavoz. Ahora mismo, ha añadido, no puede ofrecer detalles a respecto del modo de recarga, del posible uso de los actuales equipos informáticos o de la habilitación de otros puntos de recarga alternativos si son necesarios, entre otras cuestiones.

Ni siquiera se ha adelantado la posibilidad de que, en caso de que no se haya conseguido implantar el nuevo sistema de gestión antes de la fecha límite, se establezca la gratuidad de los autobuses durante algunos días, una medida que meses atrás ya tuvo que ponerse en marcha tras un ciberataque. «No puedo avanzar lo que puede pasar» de aquí a entonces, ha reconocido.

Sea como fuere, Ballesteros ha querido trasladar «tranquilidad» a los miles de usuarios del autobús urbano de Burgos, insistiendo en que «se está trabajando en la solución óptima» a corto plazo, que pasa ineludiblemente por la gestión directa por parte del Ayuntamiento.

Eso no quiere decir, ha añadido, que esa gestión directa se vaya a mantener en el tiempo, ya que la intención inicial sigue siendo la de sacar a concurso un nuevo contrato de gestión de las tarjetas del bonobús.

Con todo, este no es si no un capítulo nuevo en la complicada historia derivada de Prepay, cuya comisión de investigación arrancó días atrás y que, más allá de todas las derivadas, ya ha supuesto un quebranto económico de más de 850.000 euros para las arcas municipales.