El Ayuntamiento prevé invertir 6M€ hasta 2023 para implantar la administración electrónica

Y es que, según ha subrayado el concejal socialista Antonio Fernández Santos, el documento se ha elevado a debate sin las debidas justificaciones. «No vamos a dar un cheque en blanco, a pesar de que estemos de acuerdo» en el fondo de la cuestión, ha señalado Fernández Santos, que ha solicitado que se detallen las inversiones a desarrollar antes de apoyar el expediente.

Y así se ha decidido. Según confirma el concejal de Hacienda, el expediente será elevado a debate de la Comisión en los próximos días acompañado de la información solicitada. Una información que, por otro lado, «ya está contemplada en el Plan Director» de modernización aprobado en su día. No obstante, «nos han pedido más información y se la daremos», ha resumido Foronda al tiempo que se mostraba totalmente convendido de poder sacar adelante la propuesta.

De hecho, la implantación de la administración electrónica no es sino una exigencia del Gobierno, que ha dado de plazo a los ayuntamientos hasta octubre de 2020 para adaptarse a la nueva situación. Veremos si el Ayuntamiento de Burgos cumple con ese plazo. De momento, el propio Foronda ha reconocido que se va «con retraso». Así, la administración electrónica sólo está implantada en el departamento de Tributos, y ha de extenderse por toda la estrcutura municipal, un trabajo complejo, largo y caro.

Así, la planificación plurianual planteada contempla un significativo esfuerzo inversor que se dispara hasta los más de 6 millones de euros en 5 años. El mayor esfuerzo se deberá afrontar en 2019, cuando se han consignado 1,7 millones. La cantidad se reducirá hasta los 1,5 millones en 2020 y al millón de euros en 2021 y 2022. Finalmente, para 2023 se han consignado 875.000 euros.

Con ese dinero se pretende renovar equipos, adquirir nuevas licencias, actualizar las herramientas y aplicaciones de trabajo interno, adaptarse a la normativa de protección de datos y formar al personal municipal.

Ese último punto es quizá el más trascendente, toda vez que la implantación de la administración electrónica va mucho más allá de cuestiones tecnológicas, ya que implica un profundo cambio en el modelo de relaciones entre el Ayuntamiento y los ciudadanos. Un modelo que se implantó en su día en el área de Tributos, no sin dificultades y obstáculos. «Hay que cambiar muchísimas cosas», ha resumido el concejal de Hacienda.

Además, tal y como ha reconocido Foronda, el departamento de Informática, que deberá liderar este proceso de cambio, deberá renovarse también. No en vano, el personal tiene ahora mismo una edad media de 51 años y «hay que mirar al futuro», ha subrayado.

Paralelamente, el Ayuntamiento deberá comenzar cuanto antes a redactar una ordenanza de administración electrónica que regule y normalice las nuevas relaciones entre el Consistorio y los ciudadanos. Hasta ahora nunca se había abordado una cuestión de esta naturaleza, aunque existen experiencias en otras administraciones que pueden servir como guía.

De momento, Foronda no se ha atrevido a poner sobre la mesa una fecha para tener lista la nueva ordenanza, pero todo hace indicar que su redacción se prolongará un tiempo.