El Ayuntamiento de Burgos exige compromisos para el Mercado Norte y el grado de Medicina

Ambos acuerdos han surgido a raíz de dos propuestas independientes presentadas por el PSOE y el equipo de Gobierno, respectivamente. Dos propuestas que, en realidad, abordaban temas ya debatidos con anterioridad.

La primera de las reivindicaciones es ya un clásico. De hecho, el propio Ayuntamiento de Burgos ya había puesto este tema en la mesa de la Junta en varias ocasiones, la última durante la pasada legislatura, cuando se aprobó también por unanimidad reclamar a la administración autonómica la implantación del grado de Medicina.

No obstante, la Junta no ha dado respuesta a día de hoy a dicha reclamación, elevada de manera reiterada por la propia Universidad de Burgos, que recientemente ha elaborado un estudio de costes que apunta a un presupuesto de unos 7 u 8 millones de euros la puesta en marcha del nuevo grado, una cifra muy inferior a la calculada tiempo atrás por la propia Junta.

Ese, de hecho, es el motivo que ha llevado al PSOE a presentar de nuevo la cuestión para su debate y eventual aprobación. Una aprobación que finalmente se ha hecho efectiva por unanimidad de todos los grupos, que tras un debate en torno a los términos de la propuesta, han cerrado filas en torno a una reivindicación que consideran justa y necesaria.

Algo similar ha sucedido momentos después, cuando los tres grupos municipales apoyaban una propuesta presentada en este caso por el bipartito mediante la que se pretende instar al Gobierno de España a cumplir con el compromiso elevado en 2021 por la entonces ministra de Comercio, Reyes Maroto, para financiar la construcción del nuevo Mercado Norte con la misma aportación que la Junta.

Y es que, tal y como ha reconocido el propio Gobierno en respuesta a una pregunta formulada por los diputados del PP de Burgos, en los Presupuestos Generales del Estado de este año no se contempla la inclusión de partida alguna para financiar el proyecto.

En este sentido, tanto el bipartito como el PSOE consideran fundamental el cumplimiento de la palabra dada para, al menos, conocer la capacidad financiera con la que se podrá llevar a cabo el proyecto, aunque no comience a sustanciarse hasta bien entrado el 2025.