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Cristina Ayala renovó el voto de Burgos a Santa María. BC

Ayala renueva el voto de Burgos a Santa María y le pide que «proteja a los que más sufren»

La alcaldesa ha rogado a la Virgen que «guíe e inspire» la acción de gobierno para generar «empleo, oportunidades y bienestar» a toda la ciudadanía

Martes, 15 de agosto 2023, 20:36

La alcaldesa de Burgos, Cristina Ayala, ha renovado el voto de la ciudad a Santa María la Mayor en la fiesta de la Asunción de la Virgen. En un discurso ofrenda en la Catedral pidió a la patrona que siga «cuidando a los burgaleses» y ... que desde su «infinita misericordia» y ilumine y proteja a quienes viven en la ciudad. Así, entregó a las intenciones de Burgos «a su madre, Santa María la Mayor».

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Ayala tuvo presente en el voto del día de la Asunción, en la misa mayor de la fiesta, a todos los colectivos que integran la ciudad, desde las personas más pequeñas a las más ancianas; desde los colectivos de inmigrantes y refugiados a aquellos nacidos en esta tierra que han tenido que buscar una vida mejor allende fronteras locales. Y por las víctimas de violencia – a secas -.

Pidió «luz en el camino de los jóvenes, protección a la familia, enseñanza para cuidar a nuestros mayores y consuelo a quienes sufren dificultades en el día a día, luz para apoyar a las personas en soledad...».

Ayala no ha querido dejar de pasar la oportunidad de pedir a María que «guíe e inspire» la acción de gobierno para generar «empleo, oportunidades y bienestar» para convertir a Burgos en una ciudad «pacífica, solidaria y acogedora». La ciudad de Burgos tiene la costumbre desde 1494 de renovar el voto a la Virgen María y que proteja a la ciudad y a sus vecinos.

Por su parte, el arzobispo de Burgos, Mario Iceta, dio cuenta en su homilía del dogma de la Asunción de la Virgen al cielo y que forma parte de la dogmática mariana junto a la concepción inmaculada de María, la maternidad de María y la virginidad perpetua.

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Y animó a los burgaleses y a los foráneos que celebraban la eucaristía a confiar porque, dijo, «aunque seamos unos cafres, Dios siempre mantiene su alianza», de manera individual con cada uno y a través «de una mujer vestida de sol y con doce estrellas». Finalmente dio la bendición con indulgencia plenaria a los presentes que se hubieran confesado y comulgado.

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