Aumentan los virus en las aguas residuales de Burgos por la relajación de las medidas anticovid

«El año pasado veíamos que los niveles de sars-cov-2 estaban altos, mientras que los virus entéricos como diarreas eran mínimos. Ahora, se ha producido un incremento de estos últimos. Eso indica, en una conclusión a vuela pluma, que hay cierta relajación en las medidas anticovid de mascarillas, lavados de manos y distancia social», explica el director del área de microbiología de la UBU y encargado de liderar los trabajos.

Desde el verano y cuando la quinta ola empezaba a remitir, la presencia de estos virus entéricos ha aumentado. «Es un aumento lento y pausado. Por su parte, aunque a lo mejor es algo precipitado, el nivel de covid es similar al del año pasado o ligeramente superior», añade Rodríguez Lázaro.

Estos primeros avances salen del convenio de colaboración entre Aguas de Burgos y la UBU, firmado recientemente y con una vigencia de cuatro años. En ese acuerdo, fijado en 30.000 euros anuales, no se aborda la posibilidad de analizar las diferentes variantes de cada virus. «Estamos agradecidos a la cuantía que nos aportan, pero para conocer esos detalles tendríamos que triplicar el convenio», desgrana el profesor de la UBU.

Pero no solo la covid centra el trabajo de estos profesionales, ya que abordan todos los posibles patógenos para promover el bienestar y la salud de los vecinos de Burgos. «Las aguas residuales son una herramienta muy interesante. La ventaja que tiene es que nos da información de la comunidad, no de pacientes. Sin sesgo clínico. Lo que vemos en un hospital es un paciente con síntomas. Esa es una información muy valiosa pero que no representa lo que está pasando en la sociedad», continúa el líder del proyecto, que incide en que estas aguas aportan una imagen global de lo que sucede.

«De esta forma no hay que revisar paciente a paciente. Es más global. Se ha comprobado, como con la covid y en otros virus, que la información puede ser 'a priori'. Se puede ver al virus circulando antes de que los pacientes tengan manifestaciones clínicas», añade.

Por eso apostaría por una implantación absoluta a todos los niveles y prolongada en el tiempo. «No solo municipio por municipio. Sería interesante hacer una visión más global para toda la región o país», concluye.