La Asociación de Trastornos Alimentarios de Burgos (ATAB) organiza un torneo benéfico de pádel

El próximo 11 de mayo se celebrará el primer torneo de pádel en favor de ATAB, la Asociación de Trastornos Alimentarios de Burgos. ATAB organiza este evento para dar a conocer la problemática que acarrean los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA) que, pese a estar muy presente en la sociedad, son también una problemática invisible por el estigma que tienen aparejados.

La cita, de doble vertiente, solidaria y deportiva, se celebrará en las instalaciones de Burpadel y Padelsix. Todo aquel que quiera participar podrá hacerlo hasta el domingo 5 de mayo. El coste será de 40 euros por pareja, que se destinarán íntegramente a sufragar el coste del torneo, además de para financiar la creación de un centro de día para personas con TCA y otros objetivos de la asociación.

La asociación, de reciente creación, busca visibilizar y concienciar sobre estas enfermedades mentales (las que mayor tasa de mortalidad tienen) y está peleando por crear el primer centro sociosanitario especializado en TCA de Castilla y León en Burgos.

Aquellos que quieran participar solo tienen que apuntarse a través del QR del cartel o bien a través de la web toplaygether.com. Las plazas están limitadas a 75 parejas y existirá una fila cero para aquellos que quieran colaborar económicamente, pero sin participar del torneo.

Con la inscripción los participantes podrán disfrutar de un lunch, la actuación de DjAJO, premios, sorteos, juegos exclusivos y un pack de bienvenida.

Clara Seoane, burgalesa que superó un TCA, es la cara visible y presidenta de la Asociación de Trastornos Alimentarios de Burgos (ATAB). Esta asociación busca ofrecer a los enfermos la ayuda que ella no tuvo.

Sus principales esfuerzos se concentran en darle visibilidad a la asociación y a los TCA y a la obtención de apoyos y recaudación de fondos para poner en marcha un centro de día donde tratar a estos pacientes. Algo que no existe ni en Burgos ni en toda Castilla y León.

Clara Seoane, explica que «un centro de día no es un centro de ancianos, sino un hospital de día». «No acudes puntualmente al hospital, no te ingresan. Vas con un horario, como cuando vas al colegio o a trabajar, se ajusta a las necesidades de los usuarios y a la gravedad de la enfermedad», explica Clara, que sigue volcada en la creación de este centro.

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