El ascenso del Burgos CF a Segunda División es una de las mejores noticias que podía recibir la ciudad tras los duros meses de la pandemia de la covid-19. El éxito deportivo tendrá un impacto muy positivo en la economía, en la proyección turística ... de la capital, en la promoción del deporte pero también en el sentimiento de pertenencia, porque nada une más que las victorias, que siempre son compartidas.
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La hostelería, el comercio y el sector turístico están frotándose las manos ante la nueva temporada 2021-2022, que se espera sea la primera de una larga trayectoria en la liga profesional. El ascenso ayudará a paliar los efectos de la crisis generada por la covid-19, pues supondrá un importante movimiento de aficionados, que harán gasto en bares, restaurantes y hoteles de la ciudad, además de ser potenciales turistas.
«La Segunda División no tiene color», apunta Luis Mata, presidente de la Asociación de Hoteles, quien recuerda que la liga profesional no tiene nada que ver con una Segunda B en términos turísticos. A los niveles en los que se va a mover el Burgos CF a partir de ahora las aficiones viajan mucho más con sus equipos, así que se espera la llegada de un buen número de seguidores a la capital.
El impacto económico dependerá de los equipos que visiten El Plantío, que todavía no se conocen en su totalidad. Los más cercanos, como el Real Valladolid o el Mirandés, harán más gasto en restauración, pero los que vengan de más lejos (Oviedo, Amorebieta, Huesca o Real Sociedad B) serán clave para los hoteles, por las pernoctaciones. «A nosotros nos ponen los dientes largos los asturianos, pues sus aficiones son muy viajeras, son las reinas de la fiesta«, asegura Mata, quien recuerda cómo fue la anterior etapa en Segunda División.
Luis Mata
De la misma opinión es Fernando de la Varga, el presidente de la Federación Provincial de Hostelería de Burgos, quien asegura que se verá mucho ambiente en las calles y eso siempre se refleja en la economía. El ascenso «es una gran noticia para Burgos», como lo es el buen momento que atraviesa, en general, el deporte burgalés (recordemos, por ejemplo, que están en la máxima categoría el Hereda San Pablo y el UBU Bajo Cero), lo que siempre deja beneficios a otros sectores.
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Y si se gestiona de manera adecuada, repercute en el turismo más allá de la visita del aficionado el día (o el fin de semana) del partido. El presidente del Colegio de Economistas de Burgos, Carlos Alonso de Linaje, insiste en que Burgos tiene una gran oportunidad si sabe gestionarla de manera adecuada. Tiene que potenciar su atractivo para que los que venga, vuelvan y traigan consigo otros turistas. Así se debería hacer con los peregrinos, apunta, pero no se hace.
El ascenso deportivos «es un valor positivo innegable», que genera «buen rollo» en la ciudad, un ambiente de alegría que anima al consumo. Es muy importante que una ciudad como Burgos disponga del escaparate que supone tener un equipo en Segunda División, indica Alonso de Linaje, donde la La Liga gestiona un negocio de promoción difícil de igualar, que supondrá un impulso a la imagen de Burgos.
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Y es en la imagen en la que están pensando, por ejemplo, en Promueve Burgos. Vicente Marañón afirma que el éxito deportivo servirá para «reforzar el prestigio de la ciudad, enriquecer la marca Burgos». Para el concejal de Deportes, Leví Moreno, «el nombre de Burgos va a empezar a oírse muchísimo más», en otros ambientes diferentes a los que ofrece el Hereda San Pablo, y con el impulso que supone el fútbol, «el deporte rey».
Leví Moreno
Moreno tampoco se olvida de lo que va a suponer para el deporte base burgalés este ascenso. Tiene que servir para que los más pequeños tomen como referencia a los jugadores y el fútbol reactive aficiones como lo hizo en su momento el baloncesto. «Ahora, el Burgos CF tiene que hacer una buena temporada, ilusionar con los fichajes«, apunta el edil, pues así se consolidarán también los beneficios económicos.
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Eso sí, el presidente del Colegio de Economistas recuerda que existen algunos 'peros', empezando porque el ascenso llevará a muchos aficionados de Burgos a viajar con el equipo, y gastarán fuera lo que podrían gastar aquí. El ejemplo claro se vivió en Soria, con el ascenso del Numancia Primera División, apunta Carlos Alonso de Linaje, que supuso una caída del consumo los fines de semana que jugaba fuera.
Aun así, una buena noticia que, de momento, no se puede traducir en términos económicos. Para Fernando de la Varga sería un «poco prematuro» intentar valorar el impacto en la economía burgalesa después de un año de pandemia y teniendo como única referencia el último ascenso, ocurrido hace 20 años. «Los hábitos de los aficionados han cambiado», asevera el presidente de los hosteleros, por no hablar de que todavía no se sabe cómo se jugará la próxima temporada, en lo que a presencia de público (y aforo) en los campos de fútbol se refiere.
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