El Asador Aranda de Burgos se convertirá en un centro enológico y gastronómico

La intención, según ha recordado el edil, es ofrecer a burgaleses y turistas un espacio donde conocer el potencial enológico y gastronómico, a la vez que poner en valor el trabajo de los productores agroalimentarios.

De la Varga ha recordado, asimismo, que este proyecto forma parte del programa electoral con el que el PP concurrió a las elecciones municipales del pasado año y un compromiso personal de la alcaldesa Cristina Ayala. El PP lleva años proponiendo usos para este asador. En 2014, el entonces también alcalde del PP Javier Lacalle aseguró que se convertiría en un centro cidiano. Presentó un proyecto de un centro interpretativo sobre la figura del héroe castellano y adelantó que se reservarían 25.000 euros para el proyecto. Finalmente, el asador sigue sin uso alguno.

El Asador Aranda se ubica en un entorno privilegiado, a escasos metros de la Catedral de Santa María y en plena ruta del Camino de Santiago. El edificio, actualmente en desuso, dispone de una superficie de unos 500 metros cuadrados repartidos en tres plantas (sótano, baja y primera). La intención del equipo de Gobierno es transformar el inmueble en un edificio moderno y funcional, generando un nuevo foco de atención formativa y turística en pleno corazón del casco histórico.

La futura dotación se dividirá en dos espacios claramente diferenciados. Por un lado, se atenderá todo lo relacionado con el mundo del vino mediante áreas de exposición, catas y formación. Una zona en la que coexistirá con otra destinada a la gastronomía, en la que el papel de los productores burgaleses tendrá un protagonismo especial. Con su puesta en funcionamiento, se prevé dinamizar todo el entorno aprovechando las sinergias que surjan con el patrimonio o actividad comercial de la zona, favoreciendo incluso la organización de mercados en el exterior del edificio.

La previsión del equipo de Gobierno es que el proyecto esté adjudicado a finales de año y cuente con un plazo de ejecución de unos 24 meses. El proyecto está asociado a fondos europeos y cuenta con un presupuesto que roza los 800.000 euros.