El Cid arde a los pies de la Catedral de Burgos

La falla estaba presidida por una estatua del Cid, que se ha elevado hasta los diez metros de altura. Bajo su efigie ecuestre se han distribuido cuatro escenas con ninots de hasta dos metros de altura. Una de ellas inspirada en el tapiz que custodia el palacio arzobispal de Burgos y que representa la colocación de la primera piedra de la Catedral de Burgos, con Fernando III, Beatriz de Suabia y el obispo Mauricio. En otro cuadrante la presencia de dos peregrinos aludía al Camino de Santiago a su paso por la ciudad. También se podía contemplar una escena en la que aparecían el Cid y doña Jimena y otra que evocaba el Camino del Cid, con un abuelo y su nieta caminantes y un fotógrafo enfocando la glera del río Arlanzón.

El artista fallero Fede Alonso ha sido el encargado de la elaboración de la falla cidiana. Fede Alonso cuenta con 18 años de experiencia y pertenece al Gremio de Artistas Falleros de Valencia. Sus obras han participado en las secciones especiales de Cullera, Denia y Torrent, así como en las fiestas de Valencia y Alcira. También ha sido el responsable de crear el escenario del Medusa Sunbeach Festival durante tres años. Atesora más de una decena de premios como fallero.

Para crear esta falla ha empleado tres meses para dar forma a una obra que se aproximaba a la tonelada de peso, en la que predominaba la de madera de chopo (800 kg), y se completaba con poliestireno expandido tipo I, cartón y papel.

Al filo de las 21:00 horas de este sábado, tras el indulto del ninot elegido, el espectáculo pirotécnico de los Hermanos Caballer, que ha incluido tres efectos previos al encendido de la falla y los adornos típicos de la cremá, con bengalas, llamas de color y tracas, dieron el pistoletazo de la salida a las llamas, que han reducido al Cid en cenizas ante la Seo la burgalesa.