La brutal paliza tuvo lugar en la calle San Antón, en pleno corazón de Gamonal. EFE

Aplazado el juicio por el asesinato de Silvia Plaza al renunciar el acusado a su abogado

La Audiencia le ha concedido tres días par presentar un nuevo abogado después de que el acusado haya «perdido la confianza» en el que tenía hasta ahora | Esta circunstancia retrasará la celebración de la vista oral varias semanas

Jueves, 6 de febrero 2020

La Audiencia Provincial de Burgos ha decidido aplazar la vista oral por el asesinato de la joven burgalesa Silvia Plaza, que en principio debería haber empezado el próximo lunes. Según confirman fuentes judiciales consultadas por este periódico, el acusado, J.D.L.C., ha presentado ... un escriito en la Audiencia renunciando al abogado que hasta ahora había llevado el caso tras «perder la confianza» en él.

Publicidad

Esta circunstancia obliga a la Audiencia a modificar la planificación y suspender la programación ya planteada. De momento, se ha concedido al acusado un plazo de tres días para que presente un nuevo abogado. En caso de que no cumplimente ese trámite, se le nombrará un abogado de oficio.

Será entonces cuando la Audiencia Provincial plantee una nueva fecha para la celebración de la vista oral. En este sentido, la decisión dependerá del tiempo que necesite el nuevo abogado en prepararse el caso y de la carga de trabajo de la Sala. Eso significa que la vista, en todo caso, se aplazará varias semanas, aunque no debería ser un periodo de tiempo muy largo.

Sea como fuere, este aplazamiento no modifica un ápice los cimientos sobre los que se sustenta el caso. Y es que, Fiscalía y acusación particular mantendrán sus peticiones de pena. Ambas partes solicitan 28 años de prisión para el acusado, al que consideran autor de la brutal paliza que recibió la joven burgalesa en plena calle en abril de 2018. La solicitud de pena también contempla sendos sendos delitos de violencia de género habitual y quebrantamiento de condena.

Según los escritos de acusación, J.D.L.C., de 34 años de edad y expareja de la víctima, venía manteniendo una relación con ella desde 2015. A lo largo de la relación, el acusado desarrolló una conducta «de carácter celotípico y violento», ejerciendo control sobre la víctima. Además, durante la relación el acusado golpeó en diversas ocasiones a su pareja con el ánimo de atentar contra su integridad física.

Publicidad

Como el hecho que ocurrió el 17 de octubre de 2017, cuando el acusado la golpeó por diversas zonas del cuerpo. La Policía Nacional localizó a la víctima con la cara ensangrentada y desorientada, por lo que la trasladaron al Hospital Universitario de Burgos. En esta ocasión, la víctima interpuso una denuncia contra su pareja que no llegó a ratificar.

Unos meses después, en marzo de 2018, la víctima interpuso una segunda denuncia que dio lugar a una sentencia condenatoria por delito de maltrato y quebrantamiento de medida cautelar.

Sin embargo, y según señala el escrito de la Fiscalía, el acusado no dejó de telefonear a Silvia, llegando a tener incluso contacto personal en varias ocasiones antes del día 29 de abril, cuando ocurrió la brutal agresión que acabó con su vida.

Publicidad

Ese día el acusado se vio con un amigo al que acusó de mantener una relación con su expareja, volviendo a llamar a la víctima por teléfono para confirmar sus sospechas. Tras discutir y pelearse con su amigo, Silvia llegó hasta donde se encontraba el acusado con su amigo y allí, «movido por los terribles celos que tenía», corrió hacia la mujer.

Los hechos tuvieron lugar en la madrugada del 29 de abril, en la calle San Antón de Gamonal. Allí, a la una y media de la madrugada, un vecino alertó a la policía de que un varón estaba propinando patadas a una mujer que estaba en el suelo.

Publicidad

La víctima recibió un primer golpe en la cara por el que cayó al suelo, después, y sin tener opción de levantarse, reaccionar o defenderse, el acusado, continuó propinándole un número indeterminado pero numeroso de golpes en forma de patadas y pisotones en la cabeza, abdomen y extremidades de la víctima, «movido por el ánimo de acabar con su vida», según afirma el escrito de la Fiscalía.

Cuando los agentes de policía llegaron al lugar de los hechos la víctima aún seguía viva y fue trasladada a la UCI del Hospital Universitario de Burgos, donde acabó falleciendo la noche del 29 de abril a consecuencia de los golpes recibidos que le provocaron la muerte cerebral.

Publicidad

Desde un primer momento, J.D.L.C. fue el principal sospechoso y la Policía Nacional le detuvo horas después para que, posteriormente, el Juzgado de Instrucción ordenara su ingreso provisional en la cárcel

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Disfruta de acceso ilimitado y ventajas exclusivas

Publicidad