Alegría contenida entre los vecinos por el inicio de la intervención en 'la casa de las palomas'

Ahora, por fin, parece que comienza a ver la luz de una posible solución, aunque ella no se lo cree aún. En la mañana de este martes los bomberos, acompañados por el arquitecto municipal, han entrado en el inmueble para comprobar su estado antes de que comiencen a acometerse las acciones de limpieza.

Antes de las diez de la mañana Yolanda ya esperaba impaciente su llegada, después la incredulidad seguía adueñándose de ella. Doce años de malas experiencias ayudan a desconfiar. «Han entrado, pero hasta que no vea que quitan los bichos... Es una pasada los olores, las humedades que se nos filtran al edificio, los ruiditos de las palomas», cuenta.

La odisea viene de lejos, y con ello las denuncias y viajes hasta el Ayuntamiento: «En el 2009 puse la primera denuncia. En un principio esto era una sola casa, por lo que las bajantes de los baños van juntas, y ahí hay un atasco importante, estaba inundado de aguas fecales y los olores eran insoportables. He bajado al Ayuntamiento con palomas muertas, con la ropa manchada de sus excrementos, tenemos que poner plástico hasta en verano para cubrir la ropa».

Y aunque bromea con que seguramente la conozcan como la «loca de las palomas» su desesperación es palpable. «Si el señor ese no actúa que actúe el Ayuntamiento, que se lo embarguen o lo que sea. No hemos tenido ninguna respuesta del Ayuntamiento hasta ahora. En doce años», lamenta.

Pero el 13 de abril todo cambió: «El martes 13 nos reunimos con el Ayuntamiento y me ha sorprendido, en doce años el propietario no ha aparecido y el viernes ya me dijeron que iban a entrar, que le han localizado. Espero que ahora pongan solución, no solo a las palomas, sino a todos los problemas que genera este edificio».

Porque más allá de las palomas, los malos olores, los excrementos y la humedad es la sensación de no poder «estar a gusto» en su propia casa. «Las palomas son mi despertador. Anidan debajo de las tejas y el Ayuntamiento nos obliga a acometer los arreglos. Han tenido que venir los bomberos y la policía, cuando no se cae una teja es una antena y si no un volador. Han entrado a robar también. Al propietario le pusieron una multa de 1.600 euros mensuales, pero que no se la giraron», continúa en su relato.

Por ello, durante la mañana del martes han accedido al inmueble Bomberos, Policía, arquitecto municipial jurídico y técnicos de plagas. Algo que según ha explicado Blanca Carpintero, concejala de Área de Gobierno Abierto, ha sido posible «gracias al trabajo, la insistencia y la buena coordinación de las áreas municipales».

Una intervención que debe servir para «desatascar una situación que llevaba enquistada durante más de doce años y donde las quejas de los vecinos, por esa situación de manifiesta insalubridad, de abandono, de deterioro de ese inmueble habían sido desoídas por el anterior equipo de gobierno», ha asegurado Carpintero.

Finalmente el acceso al inmueble se ha podido hacer sin necesidad de orden judicial y se espera que, tras la valoración favorable de los técnicos municipales para el acceso al interior, se pueda proceder a su limpieza.

Además, como también ha anunciado Blanca Carpintero, desde el área medio ambiente, su concejal, Josué Temiño, «está valorando diferentes opciones para controlar la población de palomas de manera natural, metiendo dentro del ámbito urbano halcones que regularice sin un impacto significativo esta población, que si bien ha descendido en los últimos años tenemos determinados emplazamientos donde está causando problemas a los vecinos».

De momento el primer paso está dado y, aunque incrédula todavía, Yolanda Marcos parece estar un poco más cerca de que su hogar sea por fin un dulce hogar.