La impresionante tromba de agua caída en Burgos en la tarde del 28 de mayo provocó importantes inundaciones en la zona sur y oeste de la capital. La red de alcantarillado no pudo soportar 45 minutos de intensa lluvia, así que las calles ... se convirtieron en balsas de agua, y el líquido elemento entró en portales, garajes, locales y establecimientos comerciales.
Publicidad
Sin embargo, lo ocurrido no se explica en todas la zonas afectadas únicamente por la tromba de agua. En el barrio de Fuentecillas, los vecinos de la zona baja, pegando al río Arlanzón, vinculan las inundaciones a la reciente construcción del puente de la Universidad. Y Aguas de Burgos ha detectado que algo de razón llevan, así que acometerán una intervención para canalizar el agua y evitar futuros problemas.
Los vecinos afectados corresponden a las cinco comunidades que conforman la manzana de viviendas entre las calles Paseo de las Fuentecillas, Valdenuñez, Las Pastizas y Las Rebolleadas. Desde la administración de fincas explican que, además de la importante inundación sufrida este pasado mayo, ya vivieron una situación similar en junio de 2020, cuando cayó otra tromba de agua.
Y lo achacan tanto al puente, que deja a las viviendas en una zona baja, como al talud de la carretera. De este modo, cuando cae mucha agua y el colector no es capaz de absorberla, acaba generándose una importante balsa en el Paseo de las Fuentecillas, que entra a las calles colindantes y, de ellas, a portales y garajes. En Valdenuñez, por ejemplo, el agua alcanzó en uno de los garajes los 40 centímetros. «Entraba como un río», explican.
Más información
BURGOS conecta
Patricia Carro
El pasado año, los vecinos remitieron una carta al Ayuntamiento en la que pedían que limpiasen el colector o, si era necesario, que lo ampliasen. «La carta quedó sin respuesta», apunta el administrador. Y este año lo han vuelto a hacer, aunque parece que en esta ocasión sí que encontrarán una respuesta positiva. Aguas de Burgos anuncia que actuará en la zona.
Publicidad
En concreto, realizarán una serie de canalizaciones para conducir el agua hacia los sumideros y evitar que se formen esas balsas, explica el concejal delegado, Miguel Balbás. La intervención es sencilla, se trata de una pequeña obra, pero que tendrá un impacto importante, porque el agua estará conducida y no se acumulará en la zona baja. En Aguas creen que con este trabajo será «suficiente» para solucionar el problema.
El administrador de fincas que gestiona las cinco comunidades de vecinos reconoce que lo ocurrido en mayo «no es frecuente», pero también indica que si pasa todos los años hay que buscarle una solución. Ahora, están todavía entrando los partes de daños, haciendo las reparaciones, llegando las facturas, así que no se sabe a cuánto ascenderán los daños de la última inundación. Sí se tienen los datos del pasado año.
Publicidad
Así, las comunidades de vecinos pagaron facturas por valor de 58.000 euros y, aunque el Consorcio de Compensación de Seguros les abonó unos 45.000, tuvieron que hacer frente a un importante pico de gastos. Todo ello sin contar el susto y el mal rato que pasaron los vecinos, que se ha reproducido este año. Ahora muchos se van de vacaciones y no se atreven a dejar los coches en sus garajes por si vuelve a suceder.
Disfruta de acceso ilimitado y ventajas exclusivas
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
25 artistas para descubrir y disfrutar en 2025
El Diario Montañés
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.