Los accidentes de tráfico en Burgos se analizan en tres dimensiones

Cuando ocurre un accidente de tráfico grave en Burgos los dos agentes de la unidad de reconstrucciones de accidentes se ponen manos a la obra. El primer paso es acudir al lugar del suceso, en el que observan todos los elementos del incidente y cómo están distribuidos. Por ejemplo, si algún objeto se ha desprendido de un vehículo implicado o, en el caso del atropello, cómo ha quedado la víctima o sus pertenencias.

En este primer lugar toman fotografías y, con el láser escáner, logran recrear el escenario del accidente y dónde han quedado todos los elementos. Sin embargo, esta creación no logra descifrar el porqué de los incidentes. Para ello necesitan algo más.

Ahí entra en juego el tercer paso: el vuelo del dron. Los policías locales sobrevuelan la zona para tomar planos de cómo es el lugar del accidente y cómo ha quedado tras el incidente. Asimismo, desde el aire obtienen otro punto de vista del suceso, lo que les puede ayudar más tarde a recrear la escena.

Una vez en la comisaría de Policía Local, los dos agentes se ponen manos a la obra con sus ordenadores. En ellos, y con un programa llamado Cyclone Register 360, van poco a poco pasando toda la información, hasta que el programa recrea el escenario del accidente.

En este punto, los agentes echan mano del ingenio y de la física. Comienzan a medir distancias entre puntos y a calcular velocidades para averiguar las causas de cada accidente. Con este escenario dibujado, son capaces de adivinar la velocidad a la que se desplazaba un vehículo, la trayectoria de un objeto que ha salido volando o cómo ha sido el impacto, creando una reconstrucción a cámara lenta y desde varios ángulos.

La reconstrucción de accidentes ha cambiado la forma de entender estos sucesos en Burgos. De hecho, ha logrado que estos incidentes se entiendan de forma completamente distinta a cómo se habrían comprendido hace años, cuando esta tecnología aún no existía.

Es el caso, comentan, de una colisión entre una moto y un coche en pleno casco urbano hace años. Antiguamente, la culpa, en esa circunstancia, habría sido del turismo. Sin embargo, los cálculos de esta unidad de reconstrucción de accidentes comprobaron y demostraron que esta primera hipótesis no era cierta.

Por una parte, se cercioraron de que la moto se había saltado un semáforo en rojo. Asimismo, comprobaron, mediante cálculos de física en Cycole Register 360, cómo habría sido la colisión a diferentes velocidades. Tras su estudio, concluyeron que el conductor de la motocicleta podría y debería haber frenado antes para evitar la colisión, dando la vuelta al suceso por completo.

Los agentes, además de crear estas recreaciones, también hacen vídeos explicativos de los incidentes. Con ellos pueden mostrar en el Juzgado cómo ocurrió el suceso de manera más visual, para que tanto magistrados, abogados, implicados y familiares tengan una visión del accidente más clara y veraz.