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Las seis inquietudes del Informe de la Universidad de Naciones Unidas sobre el futuro del planeta

Las seis inquietudes del Informe de la Universidad de Naciones Unidas sobre el futuro del planeta

ODS 13 | Acción por el clima ·

Los expertos de la organización piden que no se retrasen más las medidas de adaptación y mitigación

Miércoles, 25 de octubre 2023, 11:00

«El batir de las alas de una mariposa puede provocar un huracán en otra parte del mundo». Así se resume el famoso Efecto Mariposa de la Teoría del Caos y que se aplica a la situación actual del planeta. «Todo a nuestro alrededor está ... conectado y cuando se deterioran o colapsan pueden tener impactos potencialmente catastróficos», apunta el Informe de Riesgos de Desastres Interconectados 2023 de la Universidad de las Naciones Unidas publicado este martes.

Este ejercicio, hasta el momento, ha dejado el verano más cálido de la historia, un septiembre extraordinariamente anómalo, olas de calor extremas, incendios voraces, sequías prolongadas e inundaciones inusuales. Acontecimientos que se pueden observar en África, Europa, Asia y en América y que son síntomas de que algo está pasando en el planeta. «Nos estamos acercando a puntos de inflexión», advierte Liliana Narváez, geóloga de la Universidad de Naciones Unidas (UNU). «Se avecinan cambios drásticos si no se abordan los riesgos para nuestros sistemas socio-ecológicos fundamentales», apunta la investigación hecha pública hoy.

El informe de 2023 de la Universidad de Naciones Unidas se centra en seis puntos clave que «suponen un riesgo y van más allá de los ámbitos individuales del clima, los ecosistemas, la sociedad o la tecnología», señalan. «Son seis y me preocupan todos por igual», advierte Narváez a este periódico. La lista de inquietudes incluye extinciones aceleradas, derretimiento de los glaciares de montaña, contaminación espacial, futuro sin seguros, agotamiento del agua subterránea y calor insoportable. «En algunos estamos bien concienciados como el agotamiento del agua subterránea», señala la geóloga de la UNU. «Y en otros ya lo estamos sufriendo como el calor insoportable», añade.

«A medida que nos acerquemos a estos puntos de inflexión, empezaremos ya a experimentar los impactos. Una vez cruzados, será difícil volver atrás», alerta Jack O'Connor, autor principal del texto. «Es difícil cuantificar cuándo se producirá ese cruce, pero ya estamos viendo las consecuencias», comenta.

No obstante, algunas regiones ya han cruzado estas líneas rojas. Arabia Saudí, cita el informe, en los 90 era el segundo mayor exportador de trigo del mundo, pero sus reservas de aguas subterráneas cayeron y eso les llevó a importar cereales de terceros países.

No obstante, el informe no se limita a definir e identificar los puntos de inflexión de riesgo, sino que propone un nuevo marco para evitar o mitigar sus consecuencias. Las soluciones se dividen en dos categorías: soluciones que «evitan», que se centran en las causas profundas y los factores de riesgo para evitarlos por completo, y soluciones que «adaptan», que ayudan a preparar o abordar mejor los efectos negativos de estos si no pueden evitarse.

Tanto para las soluciones que «evitan» como las que «adaptan», hay dos tipos de acciones. Las acciones que «retrasan» funcionan dentro del sistema existente con «enfoques tradicionales» y pretenden frenar la progresión hacia los puntos de inflexión de riesgo o los peores impactos

Pero la acción ideal es la transformación, que implica re-imaginar de manera fundamental un sistema más fuerte y sostenible. En el caso del punto de inflexión de riesgo llamado «calor insoportable», descrito en el informe, es el cambio climático, inducido por el ser humano, el que está causando un aumento global de las temperaturas, lo que lleva a olas de calor más frecuentes e intensas que en algunas zonas alcanzarán temperaturas en las que el cuerpo humano ya no puede sobrevivir.

Una solución que «adapta y retrasa» contrarrestaría este riesgo, por ejemplo, instalando aparatos de aire acondicionado. Los aires acondicionados retrasarán el momento en que se alcance el punto de inflexión de riesgo para los habitantes de la zona, pero no se ocuparán del calor en sí. Una solución que «evita y transforma», por otro lado, tendría como objetivo detener las emisiones de gases de efecto invernadero y, al mismo tiempo, impulsar el cambio social hacia formas de vida bajas en carbono para que, en última instancia, se pueda evitar el punto de inflexión.

El informe concluye que las soluciones que se están aplicando en la actualidad tienden a centrarse más en el retraso que en la transformación, aunque cada vez se hace más hincapié en el cambio transformador para alcanzar los objetivos mundiales de transición hacia un futuro más sostenible. Harán falta más soluciones que cambien las reglas del juego para alejarnos de un futuro en el que se multipliquen los puntos de inflexión de riesgo. Las soluciones transformadoras también requerirán un esfuerzo social y personal considerable, y el informe destaca los cambios generales que cada uno de nosotros puede introducir en nuestros comportamientos y valores.

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