El Consejo Asesor Científico de la Unión Europea para el cambio climático, formado por 15 expertos en la materia, ha dado un toque de atención a Bruselas para cumplir la senda de descarbonización de la economía de la UE. El organismo consultivo comunitario recomienda que ... las emisiones de gases de efecto invernadero de la Unión se reduzcan entre el 90% y 95% para 2040 en comparación con los datos recopilados en 1990.
«El objetivo recomendado para 2040 requiere que actuemos rápidamente, asegurando transiciones sin problemas para abordar los riesgos ambientales y enfrentar los desafíos de la ampliación de la tecnología», defiende Laura Diaz Anadon, vicepresidenta del Consejo Asesor Científico.
«Recomendamos mantener el presupuesto GEI para el periodo 2030-2050 dentro de un límite de 11-14 Gt CO2e», apuntan en un informe hecho público este jueves. En los últimos meses, la Unión Europea ha aumentado su apuesta de reducción de gases de efecto invernadero en 2030 de un 55% a un 57%.
«El objetivo recomendado para 2040 y el presupuesto para 2030-2050 pueden alcanzarse comenzando con el logro del objetivo actual de reducción del 55% para 2030», detallan los asesores de Bruselas. Aunque, asegura que con «reducciones adicionales de emisiones a corto plazo reducirían aún más las emisiones acumuladas de la UE hasta 2050 y, por lo tanto, aumentarían la equidad de la Contribución de la UE a la mitigación global», añaden.
No obstante, esta política de recortes «no solo debe mirar dentro de la Unión sino también contribuir «activamente a los recortes de emisiones globales», advierten. En estos momentos, el presupuesto de carbono restante (la cantidad de emisiones que se pueden lanzar a la atmósfera para cumplir con los Acuerdos de París) se ha reducido a 380 GtCO2 y 1230 GtCO2 para limitarlo a 2°C durante 30 años.
A pesar de ello hay algunas noticias positivas, ya que el ritmo de aumento de las emisiones fósiles a largo plazo ha disminuido. Durante la década del 2000 el aumento medio alcanzó un máximo del +3% anual, en la última década su crecimiento ha sido del +0,5% aproximadamente.
Gestionar riesgos y desafíos
«La reducción de emisiones es la prioridad, pero la eliminación sostenible de carbono tanto del sector terrestre como de las nuevas tecnologías también requiere una rápida ampliación, con una gestión cuidadosa de los riesgos y desafíos asociados», explica Ottmar Edenhofer, presidente del Consejo Asesor Científico Europeo.
El estudio destaca los numerosos beneficios de reducir la dependencia de los combustibles fósiles y los recursos naturales. Además de reducir la dependencia de la UE de las importaciones de combustibles fósiles «esta transición mejora la salud y el bienestar de los ciudadanos a través de una mejor calidad del aire y también puede reducir el estrés hídrico y conducir a una mejor protección de la naturaleza».
Sin embargo, «la realización de estos beneficios requiere una planificación cuidadosa a nivel europeo, nacional y local, con una toma de decisiones inclusiva, compromiso con las partes interesadas, garantizar la equidad y la justicia, y catalizar la innovación y un desarrollo de capacidades más amplio», sentencian.
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