España sube la apuesta por las renovables en su 'nuevo' plan de energía

España ha dado este martes un F5 a su Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (Pniec) para actualizar su hoja de ruta climática y energética. Una modificación esperada, tenía que ser enviada a Bruselas antes del 30 de junio, y que da un impulso a la descarbonización de la economía española con nuevos objetivos de producción de energías renovables y también de recorte de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). Con este cambio, Moncloa eleva, como le pedían varias organizaciones ecologistas, su ambición climática y energética al pasar del 42% al 48% el objetivo de producción renovable en 2030 y del 74% al 81% la meta de potencia renovable instalada en esa misma fecha.

Para lograr estas, el borrador presentado por el ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico pasa de 78 a 107 las medidas y políticas necesarias para cumplir las metas establecidas en este documento que ahora «inicia un proceso de consulta pública que llevará a 12 meses de trabajo, con el objetivo de tener finalizado este plan en junio del año 2024», explicó ayer la ministra portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.

Una de las principales actuaciones del borrador es el impulso de las energías renovables y del almacenamiento y la gestión de la demanda para mejorar su integración. La previsión de potencia instalada aumenta para cada una de las nuevas formas de producir energía, siendo la fotovoltáica la que más crece que pasa de los 39 GW proyectados en la primera versión del Pniec hasta los 76 GW de la actualización conocida este miércoles. Una previsión que queda por encima de las demandas sectoriales, la UNEF (la asociación fotovoltaica) pedía revisar al alza la implementación fotovoltaica para que llegara a los 55 GW o 65 GW de potencia instalada.

La de eólica, por su parte, pasa de 50 a 62 GW. Una cifra que también está por encima de lo que demandaba la patronal de la eólica en anteriores encuentros. La Asociación Empresarial Eólica pedía al Ejecutivo de Sánchez que la aportación total de la eólica en España ascendiera a 54 GW de potencia.

Esta hoja de ruta 2.0 también da un espaldarazo al despliegue del hidrógeno, un vector energético en el que la industria y también el Gobierno tienen depositadas muchas esperanzas para el horizonte 2030.

La capacidad instalada de electrolizadores, los sistemas con los que se genera hidrógeno verde casi se triplica, al pasar de 4 a 11 GW.

Sin embargo, por el momento, el problema del almacenamiento energético de estas nuevas fuentes de energía no se resuelve.

Por su parte, ciclos combinados, termosolar, centrales nucleares y cogeneración son las tecnologías que no presentan grandes cambios y la hoja de ruta del cierre de nucleares permanece intacta en este nuevo borrador.

Con todas estas medidas y cálculos de Moncloa, el ministerio liderado por Teresa ribera espera que el incremento en renovables sobre el uso final de la energía pase del 42% previsto en el Plan anterior a cerca de un 48%.

Gracias a esta revisión y al acelerón en la electrificación de la economía, el Gobierno calcula una reducción de las emisiones del sector energético del 32% respecto a los valores de 2030, frente a la anterior previsión del 23%.

Asimismo, el borrador de actualización del Pniec prevé subir en 10 puntos porcentuales la producción de energía autóctona, alcanzando el 49%, lo que proporcionaría un ahorro superior a los 90.000 millones de euros en importaciones de combustibles fósiles durante todo el período.

Números que no han convencido a las organizaciones ecologistas. «No llega al mínimo necesario», responde a este periódico Pedro Zorrilla, responsable de campaña contra los combustibles fósiles y portavoz de Greenpeace. «La ambición ha aumentado un 9%», apostillan los responsables de Ecologistas en Acción, pero «este borrador se ha realizado sin someter a debate los objetivos del plan, lo que hubiera permitido la mejora de muchas de las acciones contempladas».

Entre las 107 medidas nuevas de esta versión 2.0 del Pniec, el Ejecutivo de Sánchez prevé incrementar un 9% el parque de automóviles eléctricos en España a finales de esta década.

Una meta ambiciosa, pero que, de momento, dista mucho de ser realidad, ya que para alcanzar la cifra marcada en los documentos publicados en 2019 Anfac estimaba que en 2022 se deberían haber vendido 120.000 turismos electrificados, dato que no se cumplió.

Según los datos de la patronal de las automovilísticas, el año pasado se entregaron 78.329 turismos electrificados nuevos, un 34,7% menos que la meta fijada. De estos, además, la mayoría fueron híbridos enchufables, con casi 48.000 coches.

El borrador estima la movilización de una inversión de 294.000 millones, de los que un 85% será privada y un 15% será pública (un 11% de fondos europeos). El 40% de la inversión recalará en energías renovables, el 29% en ahorro y eficiencia, el 18% en redes energéticas, y un 12% en la electrificación de la economía, que debería alcanzar el 34% en 2030.

Además, se calcula que el PIB crecerá un 2,5% adicional y que el empleo aumente entre 430.000 y 522.000 puestos de trabajo en 2025 y 2030, respectivamente, con relación al escenario tendencial. La generación de puestos de trabajo se reparte por todos los sectores económicos, con especial incidencia en industria, energía o construcción.

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