La inteligencia artificial está en el punto de mira de reguladores, de empresas y, ahora, también de defensores del medioambiente por el uso de recursos naturales que consumen. Aunque, «como modelo lingüístico de inteligencia artificial» -asegura ChatGPT- «no consumo ningún recurso físico», responde rápidamente ... a nuestras cuestiones.
Esta inteligencia artificial, que responde como si fuera humana, es una de las nuevas herramientas tecnológicas llamadas a revolucionar la forma de comunicarse e interactuar con todo el ecosistema de la Red de redes. Sin embargo, como ella bien confirma presencia física sí que tiene:
Según las estimaciones de las consultoras, el consumo de energía de los centros de datos oscilan entre el 1 y el 2% del consumo mundial total. «Se calcula que el consumo para 2030 va a ser del 30%», señala Aurora Gómez, miembro de la iniciativa Tu nube seca mi río. «Y puedo asegurar que será más, porque el uso de internet está aumentando con el streaming y la inteligencia artificial», añade.
De la misma manera que una aplicación se ejecuta en el móvil o en el ordenador, estos servicios también lo hacen en computadoras llamadas servidores. Una consulta en internet es una 'conexión' a estos ordenadores virtuales que se sitúan en grandes centros de datos.
Instalaciones que pueden ir desde los 100 metros cuadrados a más de 100.000 metros cuadrados como ocurre el futuro centro de Meta, antes conocida como Facebook, en Talavera de la Reina (Toledo). Según los datos de Spain Data Center, el suelo español cuenta con 15 centros de datos. Sin embargo, otros cálculos elevan la cifra por encima del centenar, pero la clave es que «tienen un tamaño espectacular», advierte Gómez.
«Para enviar memes de gatitos no quiero dejar a una ciudad entera sin agua»
Aurora Gómez
miembro de la iniciativa Tu nube seca mi río
Estos son los centros de datos hiperescala y las investigaciones de Cisco apuntaban a que el 53% de los servidores estarían en este tipo de instalaciones en 2021. «Cuando eran 5 centros de datos hiperescala en Estados Unidos no nos importaba, pero ahora estamos metiendo 15 en cada país y es una barbaridad», detalla la impulsora de la iniciativa Tu nube seca mi río.
Estas instalaciones críticas están asociadas a las gigantes tecnológicas de Estados Unidos como Google, Amazon, Facebook, IBM o Microsoft. «Aseguran que a mayor tamaño, mayor eficiencia», apunta Gómez.
El último reporte ambiental del gigante de los buscadores afirma que el consumo de electricidad y de agua de la empresa a nivel mundial, para data centers y otros usos, se duplicó en 2021 respecto a cinco años atrás, porque el avance de la tecnología implica una mayor explotación de los recursos naturales (agua, minerales y energía).
La huella de carbono de los centros de datos se mide por tres variables: consumo de electricidad (para hacer funcionar los servidores), consumo de agua (para enfriar los servidores) y la vida útil del equipo (que afecta la frecuencia de los reemplazos).
Los números difieren en cuanto al tamaño y al tráfico de datos que tienen estos centros. La horquilla varía desde los 7.600 metros cúbicos de agua potable por día de consumo de Google en Uruguay hasta los 660 millones de litros de agua que prevé usar Meta en Talavera de la Reina (Toledo). Un consumo que tiene una función vital: la refrigeración. De acuerdo con datos de DGTL Infra, el consumo diario promedio de agua de un solo edificio de centro de datos es de aproximadamente 24,9 millones de litros de agua al año o lo que es lo mismo 68.219 litros por día.
¿Cuánta agua es? La respuesta la tiene el Instituto Nacional de Estadística y los datos de consumo por habitante: 133 litros al día. Una multiplicación y el resultado: 48.545 litros al año.
¿Para qué tanta agua?
La respuesta la da Robert Assink, director general de Digital Realty en España: «Usamos el agua para la climatización». Las salas que dan 'cobijo' a estos servidores están diseñados para operar entre 20ºC y 22ºC, «si esas temperaturas aumentan, aumentan la probabilidad de fallo en los equipos», apunta David Mytton, investigador de computación sostenible en la Universidad de Oxford, en un artículo publicado en Nature.
El calor, desde los data center, se combate con agua, energía o la sumersión. Microsoft tiene en fase de estudio, tras dos años de trabajo, la instalación de CPD bajo el mar. «No sólo es posible un futuro más verde, sino que es económicamente práctico», aseguran. «Somos conscientes de que tenemos que minimizar el consumo», añade Assink.
En su caso, las instalaciones de Digital Realty están situadas en el Silicon Alley de Madrid. Desde fuera es un viejo polígono industrial al este de la capital, pero dentro de los edificios pasa más de la mitad del tráfico de internet en España. «Estamos en el centro de la ciudad y usamos agua del Canal de Isabel II», revela el directivo de Digital Realty. «En otros lugares operamos con agua del mar, del río y de hasta capas freáticas y nuestro consumo es mucho más bajo que otros centros de datos», añade.
Zonas con estrés hídricos
La antigua Facebook ha puesto los ojos en Toledo, concretamente en Talavera de la Reina, donde espera instalar en 2030 un gran centro de datos de más de 103.000 metros cuadrados. El aterrizaje del gigante estadounidense supondrá una inyección de 1.000 millones de euros a la región y 250 empleos.
68.219
litros de agua potable al día
usan los centros de datos
Sin embargo, según los datos de la compañía, consumirá cerca de 660 millones de litros de agua limpia al año en una zona en la que el embalse más cercano, el de La Portiña, está al 40% de su capacidad.
Con estos datos, Meta se 'bebería' el agua de 4.181 talaveranos. «Para enviar memes de gatitos no quiero dejar a una ciudad entera sin agua», denuncia Aurora Gómez. «Todos conocemos otros lugares con estos problemas», añade.
La sequía que azota el sur de Europa también tiene reflejo en el norte del Continente. Los cortes de agua no son exclusivos de España o Portugal, también se dieron el pasado verano en los Países Bajos. Allí, el gobierno restringió el uso de agua para regar y se topó con una cruda realidad.
La región posee centros de datos de Microsoft y de Google que, aseguran, refrigeran sus servidores con aire. Aunque el consumo no dice lo mismo. Cuando se construyó el data center, ubicado en Hollands Kroon, un municipio de cerca de 47.000 personas, Microsoft señaló que el consumo oscilaría entre 12 y 20 millones de litros. Sin embargo, el consumo real de agua potable durante 2021 fue de 84 millones de litros. «Fue un escándalo y el consumo del centro de datos de Meta será muchísimo más alto que eso», revela Ana Valdivia, profesora del Oxford Internet Institute.
«La solución son hacer moratorias», defiende Gómez. Una iniciativa que se ha tomado en otros países, como Irlanda o Singapur para reflexionar sobre qué tipo de centros de datos se quiere desarrollar, qué características deben tener y cuál es su mejor emplazamiento.
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