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Carlos Duarte: «Por fin tenemos el océano abierto al 'business'»

Carlos Duarte: «Por fin tenemos el océano abierto al 'business'»

El Summit MadBlue2024 presenta las oportunidades de negocio que ofrece invertir en el capital natural de los mares

R. A.

Jueves, 25 de abril 2024, 15:01

¿Y si el capital natural del océano fuese, para los inversores, tan atractivo como el mercado inmobiliario? ¿Por qué no destinar la riqueza de las empresas a programas que cuiden, regeneren y multipliquen todos los recursos y beneficios que ofrecen los mares a la ... sociedad?

Esta es la base de la propuesta que hace la economía azul, cuyos principios centraron el arranque del Summit MadBlue 2024, con uno de sus máximos exponentes como protagonista, el reputado biólogo marino Carlos Duarte, actualmente titular de la Cátedra de Investigación Tarek Ahmed Juffali en Ecología del Mar Rojo en la Universidad de Ciencia y Tecnología King Abdullah (Kaust), e impulsor de un nuevo 'mercado' donde la naturaleza sea un valor de mercado. «Por fin tenemos el océano abierto al 'business' (negocio), pero un negocio regenerativo», dijo ayer durante su intervención en la apertura del citado foro enfocado a conectar emprendedores 'verdes' e inversores.

Para que esto sea posible, se toma como referencia el famoso mercado de los bonos de CO2. Aunque aún no está unificado, y cada país o región establece valores diferentes, cada tonelada de CO2 emitido -o eliminado- a la atmósfera tiene un valor. Hay empresas invirtiendo en complejos mecanismos de eliminación del dióxido de carbono a un coste de mil dólares por tonelada.

Pero el océano y sus praderas subterráneas son un sumidero de carbono incluso superior a los bosques y selvas terrestres. Conservar y restaurar estos hábitats, que ya se encargan de eliminar de forma natural el CO2, requiere de un coste aproximado de 30 euros por tonelada eliminada. El beneficio, así, sería para los inversores, pero también para la sociedad.

«Es el nuevo 'real state'», dijo al iniciar su intervención Durante, mientras aportaba apabullantes cifras: el valor de la economía azul actual es de 2.000 millones de euros, aunque su desarrollo potencial permitiría multiplicar esto por cinco su aportación al PIB mundial. «El retorno sería de 4 a 1 por cada euro invertido en la economía azul. O sea que es un buen negocio. Y por fin tenemos el océano abierto a al 'business', pero un 'business' regenerativo», celebró.

Así, la idea no es explotar el entorno marino como se ha hecho hasta ahora con la extracción de sus recursos (alimento, minerales, gas, petróleo, etc.) sino obtener un beneficio global a partir de la regeneración del mismo. Para que aporte valor y riqueza tangible a través de sus propiedades intrínsecas: la absorción de CO2, la estabilización del clima, el aprovisionamiento de alimento, de fuente de biodiversidad para la investigación médica o, sin ir más lejos, de belleza y bienestar para los seres humanos.

Para aterrizar estos conceptos, Duarte ha puesto en marcha su primer gran proyecto en Bahamas de regeneración de la mayor pradera marina que existe en el mundo -se extiende a lo largo de 93.000 kilómetros- para el que cuenta con la colaboración de Ralph Chami, exmiembro del FMI, que también recibió el premio 'Cinco océanos' y que participó en la charla inaugural del Summit MadBlue 2024.

Chami destacó especialmente la incapacidad de los gobiernos y la filantropía para recuperar ecosistemas ya dañados y reclamó la acción e implicación del capital privado para el beneficio global. «Se trata de crear una nueva riqueza, con nuevos activos que entran en este modelo y modifican positivamente el patrimonio. Es un win-win para todos que se basa en una naturaleza viva», declaró.

El biólogo y fotógrafo español y miembro de National Geographic, Manu San Félix, ofreció en el evento las fotografías que evidencian la riqueza natural de entornos como el de Baleares, donde trabaja para la recuperación de las praderas de posidonia.

Ecosistemas que absorben CO2, limpian el agua, hacen de barrera natural para proteger las playas y dan alas a una biodiversidad que se pierde sin ellas. Pero más allá del valor económico, quiso destacar un intangible obvio: «La belleza que tienen estos paisajes marinos es más que suficiente para movilizarnos a cuidarla. Cuando el ser humano está en contacto con la Naturaleza siente bienestar y felicidad. ¿Cuál es el valor económico de la felicidad?», preguntó al público reunido para la ocasión en el Colegio de Arquitectos de Madrid.

Alimentos y medicinas,

En la misma línea intervino Nico Barito, empresario experto en cooperación transnacional y actual enviado especial de Seychelles para la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), quien lanzó una idea clara y fácil de comprender para todo el mundo. «Seychelles es el país más rico de África. Y es por su capital natural», puso de manifiesto, mientras apelaba a la necesidad de trabajar para conservar y proteger este valor.

Más allá de estas cualidades, el Summmit MabBule 2024 ahondó en los océanos como fuente de recursos genéticos -empleados en medicamentos- y alimentos. Sobre lo primero hablaron los biólogos María Moreira Feio, Jesús Mª Arrieta y Conxita Ávila. En sus intervenciones explicaron la capacidad de la fauna y flora marinas de proveer al ser humano de diferentes, y muy útiles, aplicaciones para el desarrollo de patentes y medicamentos eficaces. «Del mismo modo que la aspirina se obtuvo gracias a un árbol, el mar ofrece recursos para otros fármacos», ejemplificó Conxita Ávila, quien habló de la investigación en desarrollo de un fármaco más potente que la morfina para tratar el dolor, pero con menos efectos secundarios.

Luis Prieto saluda a María Jesús Rodríguez de Sancho, quien clausuró la primera jornada del evento.

Benjamín Lana, director general de Vocento Gastronomía, participó junto al investigador universitario Yngvar Olsen, especializado en nutrición de organismos del plancton, y a Joaquín Garrido, secretario general del Consello Regulador de la DOP Mexillón de Galicia, en la intervención dedicada al futuro de la alimentación.

Olsen explicó que solo un 2 % de los alimentos que consume el ser humano procede del mar, y alabó las virtudes nutricionales y en su producción de los alimentos de origen marino. Para Lana, es importante que la sociedad conozca que la sostenibilidad está también íntimamente relacionada con el futuro del océano y su poder para producir alimentos. «La gastronomía y los medios -dijo Lana- pueden ser un altavoz muy potente para cambiar esta mentalidad. Los grandes chefs tienen conocimiento y una capacidad increíble de ser escuchados, así que debemos fortalecer las conexiones entre cocina, ciencia y el mundo gastro».

El cierre del evento reunió al CEO de MadBlue, Luis Prieto, con Carlos Duarte y la directora general de Biodiversidad, Bosques y Desertificación del MITECO, María Jesús Rodríguez de Sancho, quien visitó el summit y clausuró la primera jornada de trabajo. En palabras de Rodríguez, «el papel de España en la Economía Azul debe ser de liderazgo. Tenemos 10.000 kilómetros de costa, una gran población asentada en ella, fuertes sectores relacionados con la 'economía azul', como el turismo, la pesca o las energías, y una enorme capacidad de desarrollo gracias a la diversidad. Todo ello puede generar una economía fuerte y sostenible en el tiempo».

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