Carissa Véliz: «Cuanto más éticas sean las compañías, más solidaria y justa será la sociedad»

Profesora en el Instituto de Ética en la Inteligencia Artificial de la Universidad de Oxford, Carissa Véliz es experta en ética aplicada a la tecnología. Autora del aclamado libro 'Privacidad es poder', la pensadora mexicana asesora a responsables políticos de todo el mundo sobre la privacidad y la ética de la inteligencia artificial. Ella fue una de las ponentes destacadas del I Foro Líderes con Propósito, un encuentro sobre empresa y humanismo desde donde lanzó una advertencia: «No vale con pensar que somos buenas personas; siempre hay que considerar si lo que estamos haciendo va a mejorar el mundo. Y eso aplica también para las empresas».

A su juicio, ¿qué elementos básicos ayudan a las empresas a ser más sólidas?

Un propósito corporativo ético ayuda a construir corporaciones más sólidas y sostenibles a largo plazo. Un buen ejemplo son las empresas familiares, que tienden a ser mucho más longevas porque son más éticas. Todas las empresas nacen para ganar dinero, pero las familiares tienen, además, otros objetivos, como legarla a la siguiente generación u ofrecer a su gente una vida mejor. Eso hace que perduren más en el tiempo.

¿Y contribuyen a una sociedad más equitativa, sostenible, solidaria y justa?

Las empresas son una parte fundamental de la sociedad, y cuanto más éticas sean, más solidaria, equitativa, sostenible y justa será esta. En un momento en el que las corporaciones son particularmente poderosas, más que algunos estados, las corporaciones deben trabajar para subir los estándares, ya sea por cultura o porque los consumidores lo demandan, y eso tirará de las demás.

Vivimos en un entorno corporativo en el que prima la competitividad. ¿Es posible mantener un equilibrio entre la rentabilidad y la responsabilidad ética?

A corto plazo, puede parecer que competitividad y ética se contraponen, pero a largo plazo no. Cuando tú tienes un producto que no es ético, llegará un momento en que no serás competitivo. Puede tardar más o menos tiempo, pero la gente se dará cuenta. La ética y la privacidad son ventajas competitivas.

¿Necesitamos un nuevo 'contrato social' por el que las corporaciones demuestren su vocación hacia las personas y la sociedad?

No sé si necesitamos un nuevo contrato social o uno viejo. La idea de que las empresas solo le deben lealtad a los accionistas es muy nueva, porque desde el principio de la historia, ya en Roma, y hasta hace muy poco ser buen ciudadano era parte de la cultura corporativa. Y la empresa muchas veces solo se podía fundar con el permiso de las autoridades y tras explicar cómo iba a contribuir al bien común.

A su juicio, ¿cómo de importante es el liderazgo en un contexto hipertecnificado en el que la digitalización y la protección de datos son muy relevantes?

El liderazgo siempre ha sido muy importante y siempre lo será. Cuando no lo hay, es mucho más fácil que nos dejemos llevar por las modas o por el miedo a perdernos algo. Y ahora mismo, con los datos hay muchísima ideología, entre otras cosas porque hay mucho dinero de por medio. La idea de que a más datos mejor, muchas veces surge de una falta de liderazgo y de creatividad.

¿De qué manera las empresas, especialmente las tecnológicas, pueden contribuir a la prosperidad común sin sacrificar la privacidad de sus usuarios?

La mayoría de los productos y servicios que disfrutamos, y que nos obligan a dar datos para obtenerlos, se pueden diseñar de otra manera. Un ejemplo son los mensajes. Hace solo unos años, para mandar y recibir mensajes tenías que dar muchísimos datos. Hoy podemos utilizar una aplicación como Signal en la que los mensajes están encriptados y apenas recopila metadatos (solo dos, tu teléfono y la última vez que te conectaste). En el otro extremo, el correo electrónico es una de las maneras más inseguras de comunicarse, pero hay compañías como Protonmail que ha creado un mail encriptado.

¿Cuáles son los primeros pasos que una organización debería tomar para incorporar principios éticos de privacidad y manejo de datos en su operativa?

Lo primero es empezar a leer y estudiar sobre el tema para estar mejor informada. Y segundo, llamar a un experto para que le asesore por dónde empezar, porque cada empresa es diferente. Esa persona debería ayudar a la compañía a educar a los empleados, a analizar y diagnosticar sus necesidades, a diseñar un mapa de ruta y ayudarla a implementarlo.

¿Cómo puede una organización transformar la ética en parte integral de su cultura corporativa?

Algunos ejemplos bonitos que merece la pena señalar están en España. Empathy.co es una empresa que logra hacer buscadores en tiendas de ropa y supermercados sin usar datos personales, y se toma la ética muy en serio. Y amagijon.com ha creado una plataforma de negocios locales para que a la gente le sea más fácil encontrarlos y comprarles y que no tengan que recurrir a Amazon, que no tiene la misma ética que los distribuidores cercanos, a quienes les importa mucho su comunidad. Estos ejemplos demuestran que en España sigue viva la idea de la solidaridad y el cariño por la comunidad.

¿A qué desafíos se enfrentan las empresas para implementar políticas éticas ?

Las corporaciones deben procurar que la ética forme parte de su cultura. Para eso es vital que exista una buena comunicación, porque de nada sirve tener un código ético si nadie sabe que existe o no se toma en consideración al tomar decisiones o diseñar un producto.

¿Cómo se garantiza que la ética sea un pilar fundamental en la búsqueda de una prosperidad común?

Construir una sociedad mejor, desarrollar productos, empresas e instituciones más justas es un trabajo de todos. Y poco a poco llegará un día en el que terminaremos de construir la sociedad en la que queremos vivir y querremos legar a la siguiente generación.

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