¿Y si el Banco Central Europeo (BCE), la Reserva Federal Estadounidense (FED), el Banco de Inglaterra (BoE por sus siglas en inglés) o el Banco de Japón (BOJ) tienen que incorporar climatólogos a sus reuniones de política monetaria? En estos encuentros los principales bancos ... centrales deciden establecer tipos de interés de referencia y otras políticas que ayuden a mantener la estabilidad de los precios. En los últimos meses, el BCE, presidido por Christine Lagarde, ha aumentado los tipos de interés para frenar el alza de los precios, provocado por la Guerra en Ucrania y también por la covid-19.
Los tipos de interés o tasas de interés, conocidos más comúnmente como el precio del dinero, representan el coste al que se ofrecen los préstamos monetarios. Como aumenta el coste de estos, aumenta el coste del endeudamiento, lo cual tiene el objetivo de reducir el consumo con la idea de que, si se reduce la demanda, pueda bajar el nivel de los precios. El año pasado, el IPC cerró en el 3,1% y el índice que excluye los productos energéticos y los alimentos, es decir el IPC subyacente, alcanzó el 3,8%.
«Estimamos que el calor anómalo durante los meses de junio, julio y agosto de 2022 sumó 0,67 puntos porcentuales a la inflación de los alimentos en Europa y un 0,34% a la general»
Las tensiones geopolíticas, el coste de la energía, las materias primas o el petróleo están detrás de las subidas del precio, especialmente, de los alimentos en los últimos meses e, incluso, años. Aunque cada vez más, entre las causas, aparecen las condiciones meteorológicas como las altas temperaturas y las sequías. «Estimamos que el calor anómalo durante los meses de junio, julio y agosto de 2022 sumó 0,67 puntos porcentuales a la inflación de los alimentos en Europa y un 0,34% a la general», señalan Friderike Kuik, economista del Banco Central Europeo, y Maximilian Kotz, doctor en Ciencias Físicas e investigador de Doctorado del Instituto de Investigación del Impacto Climático de Potsdam. «Tuvo un mayor impacto en el sur de Europa», añaden. Aunque advierten que «ha sido complicado evaluar la magnitud de su contribución por el contexto de otras presiones como la invasión rusa y la covid-19».
«Decisiones políticas»
El calor extremo vivido en el Viejo Continente en 2022 es puesto como ejemplo por los dos autores de la investigación publicada este jueves en Nature titulada El calentamiento global y las temperaturas extremas aumentarán las presiones inflacionarias. Una base que les ha servido para explicar el futuro más inmediato. «Es posible que los bancos centrales tengan que tomar decisiones de política monetaria también en respuesta a shocks meteorológicos y climáticos», advierten.
En sus indagaciones, Kuik y Kotz afirman haber encontrado «presiones al alza sobre los alimentos y la inflación general debido a temperaturas más altas de lo normal», destacan. El ejemplo más reciente lo pueden encontrar en España, donde la falta de lluvia ha reducido a la mitad la cosecha el año pasado y disparó los precios. El aceite de oliva cerró 2023 un 55% más caro que un año antes, la mayor subida de todo el IPC.
3,2%
aumentarán los precios en 2035
por los efectos del calentamiento global
Kotz y sus colegas han analizado los índices mensuales de precios al consumidor nacionales y datos meteorológicos en 121 países entre 1991 y 2020, combinando los resultados con proyecciones de un modelo climático físico para estimar los impactos en la inflación bajo el calentamiento futuro entre 2030 y 2060. «La economía global es sensible al cambio climático y al clima extremo a través del impacto en la producción de alimentos, la mano de obra, la demanda de energía y la salud humana», explican en la investigación.
«El cambio climático dificultará la calibración de una política monetaria única»
Según sus cálculos y con la proyección de aumento de temperaturas para la próxima década, el calentamiento global provocará que la inflación de los alimentos aumente entre 0,9 y 3,2 puntos porcentuales por año, y la inflación general aumentará entre 0,3 y 1,2 puntos porcentuales por año. «Esto afectará tanto a los países de ingresos altos como a los de bajos ingresos, pero en general tendrá un mayor impacto en el sur global, especialmente en los países de África y América del Sur», alertan.
Dentro del club comunitario, los autores de la investigación, alertan que la heterogeneidad de la inflación «plantea desafíos en la zona euro» y «especialmente en el sur de Europa donde puede aumentar aún más por el impacto del cambio climático. Esto dificultará la calibración de una política monetaria única», advierten.
No obstante, Kuik y Kotz son optimistas con la hoja de ruta de descarbonización de las principales economías del planeta permitirá limitar sustancialmente este riesgo para la economía global.
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