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Solo quedaba certificarlo tras los datos que se han venido conociendo desde el verano y ahora ya es una realidad: 2023 es el año más cálido jamás registrado. Así lo asegura el informe provisional -el definitivo llegará a principios del año que viene- de la ... Organización Meteorológica Mundial (OMM) presentado este jueves en el primer día de la 28º Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP28) que se celebra en Dubái. Ni siquiera ha hecho falta contar con las cifras de noviembre y diciembre para confirmar que superará a 2016 y 2020, que marcaban los topes anteriores. Hasta finales de octubre las temperaturas han estado 1,4 grados por encima del periodo 1850-1900, rozando casi el objetivo de no superar los 1,5 grados para finales de este siglo. «Los niveles de gases de efecto invernadero son récord. Las temperaturas globales son récord. El aumento del nivel del mar es récord. El hielo marino de la Antártida está en su nivel más bajo. Es una cacofonía ensordecedora de discos rayados», ha asegurado el profesor Petteri Taalas, secretario general de la OMM.
Por meses, junio, julio, agosto, septiembre y octubre superaron las marcas registradas anteriormente, lo que ha convertido al pasado julio -tradicionalmente el más cálido del año a nivel mundial- en el mes más caluroso medido hasta ahora. Se trata de una tendencia observada desde 2015, ya que los últimos nueve años son los más tórridos de los que se tiene constancia. De cara a 2024, la perspectiva no es halagüeña. Se espera que el fenómeno de 'el Niño' contribuya a que deje atrás a sus predecesores. «Este año hemos visto comunidades de todo el mundo azotadas por incendios, inundaciones y temperaturas abrasadoras. El calor global récord debería provocar escalofríos en los líderes mundiales», ha asegurado el Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, en un mensaje dirigido a los más de 200 gobernantes invitados a la cita, que viene marcada por la polémica al celebrarse en Emiratos Árabes Unidos -Dubái es a la vez la ciudad más importante y uno de los emiratos que lo conforman-, el séptimo mayor productor de petróleo del mundo, y estar presidida por el sultán Ahmed Al Jaber, ministro de Industria del país árabe y director ejecutivo de ADNOC, la Compañía Nacional de Petróleo.
«Tenemos la hoja de ruta para limitar el aumento de la temperatura global a 1,5 °C y evitar lo peor del caos climático. Pero necesitamos que los líderes den el pistoletazo de salida en la COP28 en una carrera para mantener vivo el límite de 1,5 grados estableciendo expectativas claras para la próxima ronda de planes de acción climática y comprometiéndose con las asociaciones y la financiación para hacerlos posibles; apostando por el triple de energías renovables y el doble de eficiencia energética, y comprometiéndose a eliminar gradualmente los combustibles fósiles, con un calendario claro alineado con el límite de 1,5 grados», ha insistido Guterres.
El resto de indicadores destacados en el informe apuntan en la misma dirección. Los gases de efecto invernadero -fundamentalmente dióxido de carbono, metano y óxido nitroso- alcanzaron niveles récord en 2022, el último para el que se dispone de valores globales consolidados, pero las mediciones en tiempo real demuestran que a lo largo de este año han seguido incrementándose. En concreto, los niveles de dióxido de carbono son un 50% más altos que en la era preindustrial, lo que atrapa el calor en la atmósfera y anticipa que las temperaturas seguirán aumentando durante años.
La superficie del mar también está más caliente que nunca. De abril a septiembre -el último mes del que se dispone información-, los valores superaron los topes previos por un margen de entre 0,21 y 0,27 grados. La situación fue especialmente crítica en el Atlántico Norte oriental, el Golfo de México y el Caribe, así como en grandes zonas del Océano Antártico, con olas de calor marinas generalizadas. El nivel medio del mar también se halla en cifras nunca vistas como consecuencia del calentamiento continuo de los océanos y del derretimiento de los glaciares y las capas de hielo. Desde que en 1993 se iniciara la medición con satélites, la tasa de aumento medio global en los últimos diez años (2013-2022) es más del doble de la tasa de aumento del nivel del mar en la primera década (1993-2002).
En cuanto al hielo antártico, su extensión este año ha sido la más baja jamás registrada, con un millón de kilómetros cuadrados -el tamaño de Francia y Alemania juntas- menos que el mínimo anterior. De igual forma, los glaciares de América del Norte y Europa están en situación crítica. Según el informe de la OMM, las masas de hielo en Suiza han perdido alrededor del 10% de su volumen en los últimos dos años. En el caso de los Pirineos, los expertos prevén que prácticamente desaparecerán en la próxima década.
«Estos son más que simples estadísticas. Corremos el riesgo de perder la carrera para salvar nuestros glaciares y frenar el aumento del nivel del mar. No podemos volver al clima del siglo XX, pero debemos actuar ahora para limitar los riesgos de un clima cada vez más inhóspito en este siglo y en los próximos», advierte Taalas.
Los 70.000 asistentes que se espera que acudan en las próximas dos semanas a la cumbre de Dubái, cuyo lema es 'Unir. Actuar. Cumplir', harán balance del resultado de las medidas aplicadas desde que en la cita de París de 2015 se estableciera el objetivo de que las temperaturas no se incrementasen en más de 1,5 grados por encima de las registradas en la época preindustrial. También buscará triplicar la apuesta por las energías renovables para 2030 y asegurarse de que los países más perjudicados por las consecuencias del cambio climático reciban la ayuda financiera suficiente, un objetivo que quedó esbozado pero no definido en la reunión del año pasado en Egipto. También se pretende hacer de este encuentro el más inclusivo hasta ahora gracias a la alta participación de jóvenes, delegaciones paritarias y representantes de comunidades indígenas.
El estudio de la Organización Meteorológica Mundial no será el único punto de partida para las conversaciones. La semana pasada un informe del Programa de las Naciones Unidas para el Medioambiente (Pnuma) aseguraba que con las medidas implementadas hasta ahora llevaban a un incremento global de las temperaturas de 3 grados a finales de siglo, el doble de lo establecido en la mencionada cita de la capital gala hace casi una década. «Los países tienen que ir más allá en las promesas actuales de descarbonización. Hay que establecer otros récords como reducción de emisiones, financiación climática o transición verde y justa», afirmaban. Ninguno de los países del G-20 está reduciendo las emisiones al ritmo necesario.
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