El Becerro Gótico de Cardeña desentraña nuevos misterios del origen del castellano

El Ilcyl presenta ‘El Becerro Gótico de Cardeña. El primer gran cartulario hispánico’, un volumen en el que se estudian y recogen los cartularios del monasterio de Cardeña

Se trata de un volumen con 373 documentos de los siglos X y XI en el que aparecen rasgos de los inicios del idioma y una fotografía histórica de primer nivel

El Becerro Gótico de Cardeña desentraña nuevos misterios del origen del castellano Santonja (centro) y García Cirac hojeando la publicación. GIT

Poco a poco se van desentrañando los misterios del origen del castellano. Inicialmente fueron las Pizarras Visigodas, luego llegó el Becerro Gótico de Valpuesta y ahora llega el Becerro de Cardeña, un volumen fundamental para conocer, no solo los orígenes del castellano, sino la también la propia historia de una etapa fundamental de la Alta Edad Media. Hoy, el Instituto Castellano y Leonés de la Lengua (Ilcyl) ha presentado en sociedad su nueva publicación, fruto de un intenso trabajo que se ha desarrollado durante varios años y que marca un auténtico hito histórico.

El cartulario incluye documentos de los siglos X y XI

El Becerro de Cardeña es un códice diplomático que data de los años 1035 y 1036 en el que se copiaron 373 documentos archivados entonces en el Monasterio de Cardeña, uno de los centros culturales más activos de la primigenia Castilla. La importancia del documento reside en varios aspectos, empezando por el hecho de que se trata del primer gran cartulario hispánico del que se tiene constancia. Además, su impecable factura, fruto de un taller de copistas referente en la época, y la presencia en todos los documentos de diferentes signos del romance castellano, convierten al Becerro de Cardeña en un volumen fundamental para los lingüistas y los historiadores.

De ahí que el Ilcyl afrontara años atrás la recopilación, traducción y estudio de los documentos, una labor de la que se han encargado los profesores de la UBU José Antonio Fernández Flórez y Sonia Serna Serna, en colaboración con diferentes personalidades de instituciones como la Junta de Castilla y León o la Real Academia de la Lengua Española (RAE). Fruto de todo ese trabajo, hoy ha visto la luz la publicación, que permitirá establecer un punto de partida para futuros estudios.

En este sentido, Serna ha ensalzado el valor de los documentos compilados en el Becerro, cuyo volumen original se conserva hoy en día en la Bibliteca Francisco de Zabálduru. Se trata de 373 documentos y actas que reflejan el “día a día” de la vida monástica. Certificados de cesión de terrenos, crónicas de litigios, usos de la tierra e, incluso, referencias históricas de Rodrigo Díaz de Vivar o de la presencia de una ermita en una cueva de la sierra de Atapuerca. Todos ellos escritos en latín, pero impregnados en su totalidad por vocablos y expresiones propias del romance castellano que poco a poco se fue abriendo paso como idioma independiente.

Quizá sea esta circunstancia la que más valor aporta a los lingüistas, ya que, a pesar de que el Becerro se realizó entre el 1035 y el 1036, contiene documentos de un periodo de 186 años. Teniendo en cuenta la calidad del taller de copistas de Cardeña, todo hace pensar que las copias de los documentos fueron “totalmente fieles” a los originales, lo que a su vez permite deducir que esos documentos originales, desaparecidos siglos atrás, ya contenían dichas expresiones.

Gran importancia

La publicación que acaba de ver la luz contiene una edición paleográfica de los textos del códice, así como un libro de estudio en el que se analizan diferentes aspectos relacionados con los caracteres externos e internos del Becerro, complementado con sendos textos prólogos firmados por el presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, y José Antonio Pascual, miembro de la RAE.

Con todo, tanto la consejera de Cultura y Turismo de la Junta, María Josefa García Cirac, como el presidente del Ilcyl, Gonzalo Santonja, han remarcado la importancia de la publicación, colocándola en el máximo nivel de los estudios del origen del castellano, una lengua que hoy en día hablan alrededor de 570 millones de personas y que supone un motor económico y un acervo cultural de máxima relevancia para Castilla y León.