Movilización ante “el caos y el inmovilismo” de Instituciones Penitenciarias

El sindicato de Acaip pide la destitución de Ángel Yuste, secretario general de Instituciones Penitenciarias, después de 5 años de empeoramiento de las condiciones laborales

Antes de que acabe el año es necesaria la incorporación de 30 funcionarios en el Centro Penitenciario de Burgos, especialmente en el área de vigilancia interna

En 2016 se registraron dos agresiones a funcionarios, incidentes que van en aumento como consecuencia de la infra vigilancia, aseguran desde Acaip

Movilización ante “el caos y el inmovilismo” de Instituciones Penitenciarias Miembros del sindicato Acaip se han manifestado a las puertas de la Subdelegación del Gobierno. IAC

Los funcionarios de prisiones afiliados a la Agrupación de los Cuerpos de la Administración de Instituciones Penitenciarias (Acaip) están manifestándose durante esta semana a las puertas de las subdelegaciones del Gobierno de todo el país, reclamando la destitución de Ángel Yuste, secretario general de Instituciones Penitenciarias, causante de una “situación caótica” y culpable de un “inmovilismo total”. La degradación de las condiciones laborales y del servicio que abarcan los funcionarios de prisiones durante estos cinco años de gestión de Yuste al frente de Instituciones Penitenciarias han colmado la paciencia de Acaip.

En el caso del Centro Penitenciario de Burgos, la situación más alarmante se encuentra entre la plantilla de los funcionarios dedicados a vigilancia interna, formada actualmente por 50 efectivos de un área proyectada para un centenar. Además, en la actualidad, los funcionarios de prisiones en prácticas hacen que se pueda realizar el trabajo, algo que, a final de año, con su salida, cambiará y obligará a Instituciones Penitenciarias a incorporar a una treintena de funcionarios, estima Valentín Gómez, delegado de ACAIP en Burgos.

En 2016, casi cada día se registró una agresión a un funcionario de prisiones en el conjunto del país

Como consecuencia de la falta de personal, en 2016 se registraron en el Centro Penitenciario de Burgos dos agresiones a funcionarios y unas cuantas más entre los propios internos, algo que está directamente vinculado a la falta de personal, denuncian desde Acaip. Este dato se sitúa en 360, teniendo en cuenta todas las cárceles del país, lo que hace que casi cada día se registre una agresión a un funcionario.

Así las cosas, Acaip ha establecido una serie de prioridades, que parten de hacer una oferta de empleo público adecuada. Según Gómez, falta personal en todos los centros penitenciarios del país, especialmente en el área de vigilancia. Además, la falta de personal se podría ver agravada en los próximos años con la jubilación o segunda actividad a la que pasarán buena parte de una plantilla que cuenta con una media de edad de 55 años. Según indica el delegado de Acaip en Burgos, son ya cuatro años sin que se cubra ninguna baja

Por otro lado, los funcionarios de prisiones de Acaip piden una regulación específica del empleo, ya que tienen más riesgos que la mayor parte del funcionariado, y que sean reconocidos como agentes de la autoridad. También reclaman que su seguridad y salud laboral esté garantizada en un entorno hostil.

Del mismo modo, Acaip reclama volver a depender del Ministerio de Justicia, tal y como ocurre en el resto de Europa. En la actualidad dependen del Ministerio del Interior, donde sienten que están “a la cola”.

Finalmente, las reivindicaciones también abogan por retirar la seguridad privada del exterior de los centros, que ha costado 166 millones de euros en los últimos cuatro años, y que esa labor sea cubierta por Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.