El presidente de la Diputación recuerda que las alternativas a Garoña son “complicadas”

César Rico afirma que el turismo no generará los 1.000 puestos de trabajo, seguros y de calidad, de la central ni se encontrará otra gran industria como Garoña

Critica a aquellos que apoyaron el cierre de la planta y ya están exigiendo alternativas económicas y preguntando “quién suplantará los ingresos”

“Hay que ir paso a paso” y analizar la situación con detenimiento, pues no se puede pretender que haya compromisos económicos en firme al día siguiente de que el BOE publique la orden ministerial de cese definitivo de actividad. El presidente de la Diputación, César Rico, pide prudencia ante el desmantelamiento de Santa María de Garoña y critica que aquellos que estaban a favor de su cierre exijan ahora, de manera inmediata, alternativas económicas frente a una actividad que ya estaba generando empleo y riqueza.

Rico ha insistido en que hay que “analizar las cosas con detenimiento”, pues primero debe abordarse el proceso de desmantelamiento, del que se encargará Enresa. El cierre de la nuclear supondrá para los ayuntamientos del área de influencia una pérdida de ingresos vinculados a gestión de residuos, mucho más importante en el caso de Valle de Tobalina, que dejará también de contar con impuesto como el IBI y el IAE que ahora paga nuclenor por la planta burgalesa. Y, ante esa situación, ya se está pidiendo “quién va a suplantar esos ingresos”.

El presidente ha insistido en que encontrar una alternativa a Garoña “es muy complicado”, pues se trata de una industria potente, con 1.000 puestos de trabajo asociados, entre directos e indirectos. “No va a venir una factoría de coches o camiones”, ha apuntado Rico, y el turismo, una de las bazas que esgrimen los alcaldes, no genera ese volumen de trabajadores, ni mucho menos los empleos cualificados, seguros y de calidad de los que puede hacer gala Santa María de Garoña.