Mahou San Miguel se posiciona a la vanguardia tecnológica con una inversión de 3,5 millones en Burgos
La compañía invirtió un 5 por ciento más en las instalaciones de Burgos en 34 proyectos para mejorarlas y optimizarlas
Se destaca la renovación de la sala de cocción y la reforma de la línea de vidrio, ambas a la vanguardia tecnológica
El centro de producción de Mahou San Miguel en Burgos es un “enclave vital” para la compañía cervecera como lo demuestran los 31,2 millones de euros invertidos durante los últimos años. En 2016 se destinaron 3,8 millones a 34 proyectos, con el objetivo de mejorar y optimizar las instalaciones, introduciendo nuevas herramientas tecnológicas y sistemas que permitan reducir consumos energéticos o las emisiones de CO2, ha explicado el director de la planta burgalesa, César Rodríguez, en visita a las instalaciones.
Rodríguez ha asegurado que 2016 ha sido “un buen año” para la compañía y, en concreto, para el centro de producción de Burgos, con un 5 por ciento de inversión más que en 2015. Entre los proyectos ejecutados, el director de la planta ha destacado la renovación integral de la Sala de Cocción, con cambios en los útiles tecnológicos que la han hecho más versátil, acercándose a la dinámica 4.0. La inversión realizada ha permitido aumentar la fiabilidad y el control de las operaciones.
La nueva sala de producción del proceso cervecero está ahora a la vanguardia tecnológica, ha afirmado Rodríguez, al igual que la línea llenadora y el pasteurizador de botellas. En este caso se han cambiado los equipos y se ha reformado el 60 por ciento de la línea, con criterios de sostenibilidad y reducción de consumos de agua, energía y tiempo. Los proyectos de 2016 han incluido también una actualización del sistem de control, mejorando la captación de datos y la generación de informes para garantizar la eficiencia de los procesos.
El director de Mahou San Miguel en Burgos ha insistido en que con las inversiones “no se trata de producir más o menos, sino de estar a la vanguardia tecnológica y preparados para el futuro”. Por otro lado, la compañía no concibe ningún proyecto sin tener en cuenta la prevención de riesgos laborales o el medio ambiente, porque “lo más importante son las personas”. De ahí que el centro de producción haya conseguido reducir desde 2011 su consumo de agua en un 3,5 por ciento, y el de energía en un 8 por ciento, además de las emisiones de CO2 en un 7 por ciento.
“Enclave vital”
César Rodríguez ha afirmado que, después de esos 31,2 millones de inversión realizados en la última década, “está claro que el centro de Burgos es un enclave vital” para la compañía. Para 2017 se marcan como objetivo asentar las últimas inversiones y desarrollar los proyectos implementados en 2016, aunque Rodríguez tampoco descarta que se puedan plantear nuevas inversiones. En estos momentos, el centro de producción de Mahou San Miguel se encuentra al cien por cien de su capacidad, y cuenta con 125 profesionales, un 6 por ciento más que en 2015.
Por otra parte, la planta burgalesa continuó el pasado ejercicio apostando por el tejido hostelero de Burgos, incrementando en un 57 por ciento los apoyos. También destinó 500.000 euros a actividades culturales y de ocio, como miembro de la Fundación Atapuerca, colaborador de las Fiestas de San Pedro y San Pablo, del Museo de la Evolución Humana o de la Universidad de Burgos. En este último caso se cuenta con un programa de prácticas académicas, ha recordado la compañía.