La Junta inicia el trámite para declarar el Monasterio de Rioseco Bien de Interés Cultural
La Dirección General de Patrimonio publica en el Bocyl una resolución mediante la que se inicia el trámite de declaración del cenobio como BIC
Se trata de uno de los monasterios más importantes del norte de la provincia en el ámbito histórico y artístico
El Boletín Oficial de la Comunidad (Bocyl) publica hoy una resolución de la Dirección General de Patrimonio Cultural, por la que se incoa procedimiento para la declaración del Monasterio de Santa María de Rioseco como Bien de Interés Cultural (BIC) con la categoría de Monumento.
La declaración como BIC aportará un mayor grado de protección al monasterio
Según relata el propio expediente de Patrimonio, la historia de este monasterio cisterciense, que tiene su origen en un antiguo cenobio de fundación privada existente desde 1147 en Quintanajuar en el Páramo de Masa, es el resultado de diferentes épocas y se advierten al menos tres momentos o fases constructivas. La primera de ellas data de los siglos XIII-XIV, y está caracterizada por la sobriedad de la arquitectura cisterciense, que se corresponde con los primeros momentos de construcción de la iglesia, del antiguo claustro y de la sala capitular.
La segunda fase coincide con la época de prosperidad económica del Monasterio en el siglo XVI, en la que se acometen importantes obras, como la Sala Capitular y la contratación a Juan de Naveda de la obra del nuevo claustro renacentista. La tercera fase y última fase, por su parte, data de los siglos XVII y XVIII, en los que se acometieron las últimas obras.
Se trata, según los historiadores y expertos en arte, de un monasterio de tremenda importancia en diferentes ámbitos. Sin embargo, al igual que otros tantos complejos monásticos repartidos por la geografía española, el progresivo abandono al que se ha visto sometido en las últimas décadas ha provocado que su estado de conservación no sea hoy en día el más idóneo. Y eso a pesar del esfuerzo de las decenas de voluntarios que cada año se afanan en limpiar y mantener en condiciones el templo para intentar que recupere, al menos parte de su esplendor.
Su tesón, sumado a la iniciativa de diferente grupos políticos y sociales han acabado teniendo resultado y Patrimonio ha decidido al fin iniciar el trámite de declaración del complejo como Bien de Interés, una declaración que conllevará un reconocimiento y una mayor protección para los restos.