El PSOE condena a su desaparición a un modelo de fiestas mayores “agotado”
Los socialistas critican la mayor parte del programa de los Sampedros y proponen modificar buena parte de las fiestas mayores de la ciudad
Óscar González, concejal socialista, solo salva de estos diez días de fiesta a los burgaleses, que han participado a pesar de la propuesta festiva
El PSOE plantea modificar muchos de los pilares de los Sampedros, comenzando por las fechas. IAC
“Lo que mal empieza, mal acaba”, ha comenzado diciendo el concejal socialista Óscar González en su comparecencia pública para hacer un balance de las recién terminadas Fiestas de San Pedro y San Pablo. González ha apuntado que la polémica en elección de la reina de la reina mayor, que fue elegida por incomparecencia de la escogida, fue el primero de los traspiés de las fiestas mayores de la ciudad este año.
“Se veía venir” ha deslizado González, que considera que el actual modelo está “agotado”, a pesar de que lo defienda el Equipo de Gobierno. De hecho, el concejal socialista ha criticado, punto por punto, cada actividad del programa de festejos. Estas críticas llegan después de que, a pesar de que la propuesta de modificación fuese aprobada en Pleno, quedase casi vacía de resultados tras las mesas de trabajo mantenidas. Es por esto que González ha querido apuntar que el PSOE fue el único grupo municipal que votó en contra del programa de estas fiestas en la Comisión del Instituto Municipal de Cultura y Turismo (IMCyT).
El PSOE iniciará en septiembre una ronda de reuniones para tratar de aplicar cambios a los Sampedros 2018
Y tras haber superado los Sampedros 2017, el PSOE se ha propuesto “relanzar” estas fiestas porque se lo está pidiendo la gente, ha asegurado González. Para ello, los socialistas han criticado los diferentes pilares de los Sampedros y aportado su propuesta de modificación, comenzando por establecer una fecha fija de inicio, que bien podría ser el 27 o 28 de junio, como vísperas al día grande, el 29 de junio. En este modelo, la Cabalgata se mantendría en la matinal del domingo y si el día de San Pedro cayese en ese día se trasladaría al lunes, que sería festivo.
Además, los socialistas mantienen que el pregón y el chupinazo deben coincidir el mismo día, aunque su propuesta es ubicarlos en lugares diferentes, siendo uno de ellos la Plaza Mayor y otro el Paseo Sierra de Atapuerca. En esta segunda ubicación también creen que se debería de celebrar la verbena de gran formato que se viene realizando en la Plaza del Rey San Fernando, porque, según asegura el concejal socialista, se han registrado pintadas -por no hablar de los orines-, en el entorno de un bien que es Patrimonio de la Humanidad, como es la Catedral. González ha rogado “respeto a la Catedral”. Lo que el PSOE no ha aclarado es qué pasaría con los actuales conciertos que se ubican en su totalidad en el paseo.
Los socialistas no se han olvidado de una Feria de Tapas que ha sido polémica en esta edición por el cobro o no de ocupación de la vía pública. Para el PSOE el modelo pasa por cambiar la forma de asignar las ubicaciones y obligar a que también se instalen en Gamonal. Además, González cree que mejoraría el ambiente festivo el hecho de que se permitiese a los locales de toda la ciudad instalar barras supletorias en el exterior de sus establecimientos.
La feria de atracciones en La Milanera
Por otro lado, la ubicación de la Feria de Atracciones, uno de los puntos de las fiestas que más polémica genera entre los vecinos afectados, el PSOE apuesta por llevarlas a La Milanera tras haber acondicionado el lugar para hacer de él un recinto ferial. El González ha criticado las recientes declaraciones del alcalde, Javier Lacalle, en las que decía que sólo eran vecinos puntuales, además de la Universidad de Burgos, los que criticaban que la Feria se instalase en el Polígono Docente. Para González esto es un “menosprecio al ciudadano”. Además, ha recordado el socialista, la actual ubicación es un “emplazamiento provisional” desde 2003.
Finalmente, el PSOE cree que la actual ‘Operación Añoranza’, que trae cada año a familiares de burgaleses que nunca antes han estado en Burgos, ha perdido el sentido de la palabra añoranza y debería de dirigirse a burgaleses que han emigrado a otros países en busca de empleo y que por cuestiones económicas no pueden volver a celebrar las fiestas con sus paisanos.
