El Ayuntamiento confía en tramitar el expediente del cenador de la muralla en los próximos días

La concejala de Licencias, Ana Bernabé, espera que los técnicos municipales presenten “en los próximos días” el expediente de restitución de la legalidad

El director general de Patrimonio reconoce el error en la respuesta ofrecida por la consejera de Cultura en torno a la catalogación de la instalación como bien mueble

Los técnicos de Licencias están ultimando el expediente de restitución de legalidad vinculado a la instalación del cenador en uno de los paños de la muralla de la ciudad por parte de un particular. Así lo confirma la concejala responsable del área, Ana Isabel Bernabé, que confía en que el documento esté completamente redactado “en los próximos días” para iniciar así un trámite que podría alargarse todavía un tiempo. Y es que, según reconoce Bernabé, el asunto “va a ir a los tribunales”.

Bernabé insiste en que sea cual sea la catalogación del cenador, “no se puede hacer lo que uno quiera” en un BIC

En este sentido, la concejala insiste en que el expediente debe estar muy bien fundamentado para tener todas las opciones de que salga adelante. Eso sí, por el momento no se atreve a adelantar los argumentos que planteará el documento, toda vez que se trata de un trabajo eminentemente jurídico que está siendo redactado por los técnicos de la casa.

En todo caso, subraya, el expediente se fundamentará en dos cuestiones básicas. En primer lugar, la instalación del cenador se realizó “sin haber pedido permiso ni licencia”, lo que implica de por sí un incumplimiento flagrante, según el Ayuntamiento. A este argumento se le sumará otro de carácter más amplio, centrado en el hecho de que la muralla es un Bien de Interés Cultural (BIC), y por lo tanto cuenta con una serie de protecciones normativas que impiden el desarrollo de instalaciones de este tipo, ya sean de carácter mueble o inmueble o se levanten sobre instalaciones públicas o privadas. “No se puede hacer lo que uno quiera” en un BIC, subraya Bernabé.

Mientras tanto, continúa el debate en torno a la catalogación de la estructura. Desde el Ayuntamiento se considera que se trata de un bien inmueble, ya que aunque no tenga elementos de sujeción permanente, se trata de una estructura de enormes dimensiones que supera con mucho los parámetros de un bien mueble (una mesa, una silla, etc). Sin embargo, Patrimonio no piensa igual, al menos hasta ahora, lo que ha generado una serie de polémicas entre unos y otros.

Respuesta de la consejera de Cultura

Una polémica que se trasladó semanas atrás al seno de las Cortes Autonómicas. Y es que, en respuesta a una pregunta formulada por el Grupo Parlamentario Socialista, la consejera de Cultura respondió que el propio Ayuntamiento reconocía que se trataba de un bien mueble, algo que “no es cierto”, tal y como subrayó en su momento el concejal socialista Antonio Fernández Santos. Fue él quien denunció la semana pasada la respuesta ofrecida por la consejera en sede parlamentaria, recordando que todos los informes municipales califican la instalación de bien inmueble.

Y finalmente, Patrimonio ha asumido ese error. Así lo afirma el propio Fernández Santos, que confirma la recepción de una comunicación por parte del director general de Patrimonio, Enrique Sáiz, en la que reconoce que la respuesta de la consejera estaba basada en una información errónea. Eso sí, según Fernández Santos, el director general de Patrimonio mantiene que se trata de “un asunto de índole municipal, no regional” y, por lo tanto, es el Ayuntamiento el que debe actuar para “restituir la legalidad”.