Atapuerca comienza a mirar a los yacimientos superiores en busca de Homo Sapiens
Arranca una nueva campaña de excavaciones en la Sierra de Atapuerca en la que se intentará preparar Cueva Fantasma para su exploración a partir del año que viene
Allí se esperan encontrar restos de Homo Sapiens que permitan cerrar la cronología de la evolución humana en un mismo lugar
Se continuará trabajando en el resto de yacimientos de la sierra
Las máquinas han retirado toneladas de sedimentos de Cueva Fantasma. GIT
Arranca una nueva campaña de excavaciones en los yacimientos de Atapuerca, una campaña de transición, en la que, al margen de los descubrimientos que seguro que llegarán, el objetivo prioritario pasa por preparar el terreno para los próximos años, en los que el equipo investigador confía en poder dar otra vuelta de tuerca al estudio de la evolución humana. Así lo han señalado hoy los tres codirectores del proyecto científico, Juan Luis Arsuaga, Eudald Carbonell y José María Bermúdez, que han explicado los entresijos de una campaña en la que llegarán a participar hasta 280 personas a mediados de julio, aunque en estos primeros compases sólo están en el terreno 80.
En esta campaña llegarán a participar alrededor de 280 personas
En esta ocasión, los esfuerzos se centrarán en varias vías. Así, en la Trinchera del Ferrocarril se continuará con los trabajos ya iniciados tiempo atrás en Sima del Elefante, Galería y Gran Dolina. Inicialmente, no se esperan descubrimientos revolucionarios en estos tres puntos, aunque siempre puede haber sorpresas. En la Sima del Elefante, por ejemplo, se prevé excavar el nivel 7 -el más antiguo de todos- en toda su extensión, mientras que en Galería se pretende acometer la excavación de la subunidad GIIIa, donde décadas atrás se encontró abundante información fósil y herramienta lítica.
Asimismo, en la Gran Dolina se intentará finalizar la excavación del nivel TD10.3 y continuar así el estudio de uno de los yacimientos más ricos de toda la sierra, confiando en encontrar nuevos restos de Achelense. En este caso, el gran objetivo sigue estando en alcanzar a medio plazo el nivel TD6, una de las grandes joyas de la corona, donde fueron encontrados años atrás los restos del Homo Antecessor.
Cueva Fantasma
Y mientras tanto, la atención del equipo investigador comienza a centrarse en los yacimientos superiores, esos que apenas se han tocado hasta el día de hoy. Así, uno de los grandes objetivos de la campaña de este año pasa por retirar todos los escombros de la Cueva Fantasma -toneladas de roca y tierra- y dejarla preparada para el inicio de la exploración en futuras campañas. Para ello, los codirectores de Atapuerca también esperan que la Junta pueda acometer una nueva cubierta para proteger uno de los yacimientos que más interés despiertan a día de hoy.
No en vano, los niveles superiores de la sierra apenas se han tocado y el equipo investigador sospecha que en ellos podrían encontrarse restos de cronologías humanas que todavía no se han localizado en Atapuerca. De hecho, según ha subrayado Carbonell, se confía en poder encontrar a medio plazo restos de Homo Sapiens antiguo (40.000 años) que permitan completar la cronología de la evolución humana. Ese descubrimiento, ha añadido, ratificará a Atapuerca como un “epifenómeno” dentro de Eurasia. “Sería muy importante porque tendríamos, no solo toda la evolución material, climática, geológica y ambiental del Pleistoceno, sino también la prueba directa de cómo todas las especies se han podido encontrar en Atapuerca”, ha subrayado.
Neandertales
Eso sí, para completar toda la cronología de la evolución humana, antes también tendría que certificarse la presencia de los primeros neandertales en la sierra. De momento, “todo apunta” a que el parietal localizado en la campaña del pasado año en Cueva Fantasma corresponde a dicha especie. De ahí viene, de hecho, el interés por explorar este yacimiento.
Paralelamente, también continuarán durante este verano los trabajos en la Cueva Mayor (Portalón, Galería de las Estatuas y Sima de los Huesos), en la Cueva del Mirador y en Fuente Mudarra, un asentamiento al aire libre con indicios de presencia de neandertales.
