Una familia de Medina cuestiona el traslado de una niña de acogida a Rumanía
Los Gil Ochoa acogieron con dos meses a la menor, que ahora tiene dos años y medio, tras la retirada temporal de la custodia a los padres
El programa de reunificación familiar no ha tenido éxito y los Servicios Sociales entregarán la custodia a la abuela paterna, que vive en Rumanía
La familia, residente en Medina de Pomar, exige “garantías” de que la abuela puede atender a la menor y están decididos a llevar el caso a los tribunales
La familia Gil Ochoa, de Medina de Pomar, cuestiona la decisión de los Servicios Sociales de la Junta de Castilla y León de entregar a su abuela paterna, que vive en Rumanía, la custodia de su niña de acogida. Tiene dos años y medio y, según les han explicado los técnicos del área de protección de la infancia, se marchará a Rumanía el próximo 23 de junio. Una vez retirada la custodia a sus padres, la menor se quedará a cargo de su abuela, y los Gil Ochoa tienen dudas de que la abuela esté en condiciones de atender a la pequeña.
Así lo ha explicado Jon Ander Gil Ochoa, hijo de Teresa Ochoa y Carlos Gil, el matrimonio que lleva una década ofreciendo su familia para acoger temporalmente a niños atendidos por los Servicios Sociales. El joven (que ha iniciado una campaña en Change.org para frenar la partida) insiste en que “no se quieren quedar con la niña”, pues son muy conscientes de que el acogimiento es siempre temporal, y ya han despedido a otros menores antes. Lo que les preocupa en este caso es que no tienen todas las garantías de que la pequeña vaya a estar bien atendida en Rumanía.
Los Servicios Sociales han intentado llevarla a Rumanía en cuatro ocasiones, afirma el hijo del matrimonio de acogida
“La abuela paterna nunca se ha interesado por hacerse con la custodia”, ha asegurado Gil Ochoa, y los Servicios Sociales han insistido “hasta la saciedad” para conseguir que aceptase la tutela. Llevan desde octubre intentando la reunificación familiar en Rumanía, ha explicado, y lo han intentado hasta en cuatro ocasiones. Ahora, cuando todo indicaba que la única alternativa era la adopción, les acaban de decir que la abuela se hará cargo de la niña, y que se la llevan el próximo jueves. No se fían y piden “garantías”, además de explicaciones.
Normalidad
Sin embargo, en los Servicios Sociales afirman que el caso entra dentro de la “normalidad” y “se ha cumplido con el procedimiento”. La gerente territorial, Marian Paniego, ha explicado que cuando se detectaron indicadores de desprotección por desamparo, le retiraron la tutela de la menor (que por entonces tenía un par de meses) a los padres, ambos de origen rumano, y se la entregaron a la familia de acogida de Medina de Pomar. Antes buscaron familiares en España, pero no tuvieron éxito, así que se optó por un acogimiento temporal.
Como es habitual, se trabajó con ambos progenitores para favorecer una reunificación familiar, que “no ha sido posible”, así que se les retiró la custodia de manera definitiva. Y, llegado ese momento, toca buscar a la familia extensa, de sangre, porque tiene prioridad sobre la adopción. Y en el caso de Rumanía, más. La menor es, desde el punto de vista legal, rumana (aunque haya nacido en España). Además, Rumanía no se acoge al Convenio de La Haya en protección de la infancia, así la adopción es una ultimísima opción.
La gerente de Burgos insiste en que se ha seguido el procedimiento y disponen de informes de la Embajada que ampara la custodia
Si existe familia de sangre la niña no se puede dar en adopción, ha recordado, y en este caso el padre propuso a la abuela, que vive en Rumanía, para que se hiciese cargo de la pequeña. La Embajada rumana ha emitido informes en los que garantiza que la abuela es “idónea” para atenderla, sin que se hayan detectado indicios de riesgo para la menor. De hecho, los informes especifican que su puede reintegrar en la familia sin problemas y que, además, los servicios sociales lo supervisarán.
Al juzgado de familia
Pero los Gil Ochoa tienen sus dudas, sobre todo porque en la Junta no les han dado muchas explicaciones. Les dicen que es un trámite en el que ellos no participan, y que la menor se irá con su abuela el próximo 23 de junio. “Estamos preocupados por la niña”, ha insistido el hijo, y solo piden “garantías” de que estará bien. No les vale con que les llamen para una reunión el pasado jueves, les comuniquen la decisión y no les den más explicaciones, habida cuenta de que han dilatado en el tiempo el procedimiento, y la menor debería estar ya dada en adopción, afirma.
Por todo ello, la familia tiene previsto acudir el lunes al juzgado de familia para denunciar el caso, a la espera de que la Fiscalía de Menores tome cartas en el asunto. Marian Paniego afirma que se revisará el expediente, pero “se ha cumplido con la normativa”, y la Junta no puede obviar informes oficiales de la Embajada que dan el visto bueno a la entrega de la menor a su abuela. Además, la gerente asegura que el traslado ya estaba acordado, solo faltaba conocer la fecha en la que un diplomático rumano iba a poder acompañar a la niña. Y será el 23 de junio.