Reivindican políticas públicas que promocionen la lengua de signos como herramienta de inclusión

En el Día Nacional de las Lenguas de Signo Españolas se defiende su valor como lenguas de cultura y comunicación

Se deben romper las barreras en el acceso a la comunicación y la información para garantizar una vida independiente

Demandan una educación inclusiva con al lengua de signos como lengua vehicular y curricular

Reivindican políticas públicas que promocionen la lengua de signos como herramienta de inclusión El alcalde ha recibido a ARANSBUR y a sus invitados americanos. PCR

En el Día Nacional de las Lenguas de Signos Españolas, el colectivo de personas sordas reivindica el valor de la lengua de signos como una lengua de cultura y comunicación; como un idioma igual de útil que cualquier otro para transmitir ideas y, sobre todo, para caminar hacia la igualdad. Y es que si no se rompen las barreras que coartan el acceso a la comunicación y a la información, se limita la capacidad de los ciudadanos de llevar una vida independiente y de tomar parte activa de la sociedad.

La Asociación de Familias de Personas Sordas de Burgos (ARANSBUR) ha visitado esta mañana la Casa Consistorial, en cuyo Salón de Plenos les ha recibido el alcalde, Javier Lacalle. Han llegado acompañando a un grupo de diez alumnos estadounidenses, sordos y oyentes, que cursan programas formativos de Estudios Sordos. Se trata del segundo año que ARANSBUR participa en esta especie de intercambio, ofreciendo clases de lengua de signos y cultura españolas, y favoreciendo contactos con sordos burgaleses.

La visita ha coincidido con la celebración del Día Nacional de las Lenguas de Signos Españolas, así que al alcalde le ha tocado leer el manifiesto conmemorativo, con el que se reivindica el valor de las lenguas de signos en la inclusión de las personas sordas. El colectivo recuerda que la voluntad no es suficiente, sino que se requiere de políticas públicas que favorezcan la presencia de la lengua de signos en todos los ámbitos de la sociedad, empezando por una política educativa inclusiva en la que la lengua de signos sea una lengua vehicular y curricular.

Su presencia en el ámbito educativo es garantía de inclusión, equidad y libertad. La educación es un derecho, pero para poder ejercerlo es imprescindible que exista la posibilidad de elección, y eso solo se consigue con un enfoque plurilingüe. Las políticas educativas inclusivas favorecen que cualquier persona pueda desarrollar sus capacidades en igualdad de condiciones, contribuyendo al desarrollo de una vida independiente, autónoma y completa, y ofreciendo la posibilidad de participar activamente del mundo que nos rodea.