La Vuelta a Burgos apuesta por el Picón Blanco

El Picón Blanco, un puerto de categoría especial con rampas de hasta el 17 por ciento, será el final de una de las etapas más duras de los últimos años

El pelotón deberá afrontar antes la ascensión de otros cuatro puertos de tercera categoría y La Mazorra, clasificado de primera categoría

La Vuelta a Burgos apuesta por el Picón Blanco En la cima del Picón Blanco había antaño una base militar. GIT

Una apuesta por los escaladores. Tal y como ya se adelantó en su día, la Vuelta Ciclista a Burgos subirá este año el Picón Blanco, un puerto de categoría especial que hasta ahora no se ha subido, pero que sin duda aportará emoción a la prueba. No en vano, se trata de una ascensión de 9 kilómetros desde Espinosa de los Monteros con desniveles comprendidos entre el 9 por ciento y el 17 por ciento. 

Será en su cima donde se sitúe la meta de una etapa diseñada por Íñigo Cuesta que arrancará en Ojo Guareña y discurrirá por buena parte de Las Merindades, incluidos cuatro puertos de tercera categoría (Alto Escalerón, Alto de Aylanes, Alto de las Hoyas y el Alto de Retuerta) y uno más de primera como La Mazorra sobre un recorrido total de 173 kilómetros, según ha informado hoy el Instituto para el Deporte y la Juventud (IDJ) de la Diputación de Burgos, entidad organizadora de la ronda ciclista.

Con estos alicientes, se antoja una de las etapas más duras de los últimos años. Algunos, incluso, no dudan en afirmar que se trata de una etapa aún más exigente que la que habitualmente se desarrolla en Las Lagunas de Neila, que este año se verá reducida en dureza precisamente por la inclusión del Picón Blanco. Eso sí, todo hace indicar que la carrera se resolverá finalmente en las rampas de Neila, toda vez que la mítica ascensión se llevará a cabo en la última jornada.